sábado, 28 de enero de 2017

Irresponsabilidad Sanitaria Municipal


 

¡Ale hop¡ de la mano del concejal de Deportes y Turismo,  Laureano Alonso,  ha llegado a Tuy la  política del espectáculo con los números circenses: el hula hoop, las paradas moteras, el flyboard y el hip hop. Este representante público, “que sabe latín” posee un discurso errático y embarullado, valga como ejemplo: el haber aprovechado una comparecencia en la RMT para descalificar  al portavoz municipal del partido Liberal, utilizando el recurso de equipararlo en su extravío, por liberal también, con Jesús Gil y Gil, incidiendo en la particularidad de que éste hablaba con su caballo Imperioso, y con Calígula, que sentaba a la mesa a su caballo Incitatus (dudo que un caballo para comer en una mesa se siente, en el suelo o en una silla), y tiene como inquietud destacada,  por su fiel puntualidad,  la de compartir a diario en Facebook los chistes de un periódico provincial. Este delegado de Turismo, que ha decidido que Tuy no tenga este año representación en FITUR (Feria Internacional de Turismo) porque, aparte de que tendrían que desplazarse a Madrid el alcalde y él mismo (un gasto), la oferta tudense en 2016 fue ninguneada por los representantes de la Xunta, que dedicaron  atención preferente a la promoción de otro ayuntamiento; como si tal suceso fuese argumento determinante para no volver y constituyese precedente de exclusión a perpetuidad.

Este concejal fastuoso, marchoso como ninguno, también la va el Zumba, ha aplazado hasta dentro de un año, “por falta de dinero” la reparación del saneamiento del campo de futbol que utiliza el Tyde, que lleva años contaminado el agua de la traída vecinal de  21 familias de un barrio de Randufe.

Resulta que la tubería que recoge las aguas de los aseos de dicha instalación, que utilizan  deportistas  y público, y que atraviesa la grada por el subsuelo, filtra en abundancia las aguas fecales de dichos aseos debido a la mala ejecución (separaciones de juntas entre tubos de hasta cuatro centímetros),  y al avanzado deterioro de las paredes, está contaminando, con multiplicidad de bacterias: Escheriquia Coli, Clostridium Perfringen, hongos y sustancias transgénicas, de procedencia de champús, dicha traída de aguas, de la cual se abastecen en exclusiva unas cien personas. Como la reparación de dicha tubería solo cabe hacerla con tecnología avanzada: introduciendo una camisa resistente en el interior de dicho colector de fecales, que luego es hinchada con gas a alta presión de modo que queda adherida a la superficie interior de la tubería, supone un coste  de 15.000 euros,  según presupuesto de la empresa que inspeccionó,  la solución  dada por dicho concejal a la Comunidad de Aguas Vecinal ha consistido en  limpiar dicho colector (limpieza realizada por la empresa de un concejal del PP), medida que en nada contribuye a que no sigan produciéndose fugas, y aplazar su reparación hasta pasado un año, plazo después del cual  la Diputación  proporcionaría la cantidad necesaria a tal fin. El supuesto capitán de la nave municipal, que está al tanto de todo, calla y otorga.

Esta situación apremiante pone a los comuneros en el dilema de cortar el suministro, y dejar sin abastecimiento a los vecinos, o correr el riesgo de que algún usuario pueda contraer una enfermedad, que  de ser grave podría causar la muerte del infectado, e incurrir en responsabilidad penal. En mayor responsabilidad incurrirían las autoridades municipales como responsables directas de la contaminación, y por semejante e incomprensible negligencia. No cabe entender, desde ningún ángulo mínimamente juicioso la actitud adoptada.

La excusa, impresentable ante una emergencia sanitaria, de que no hay dinero es falsa ya que existen instrumentos legales, muy habituales en el ámbito municipal, que permiten cubrir la contingencia: la modificación y transferencia de créditos, que consiste en transferir dinero de una partida presupuestaria a otra en la que escasea, o el acudir al tan cacareado superávit (de 1,6 millones en 2016) o al remanente de tesorería acumulado en años anteriores, cifrado en más de seis millones.

Suerte tiene el grupo de gobierno que este asunto no haya  trascendido a ciertas instancias administrativas como el SERPRONA, Sanidad o de la Demarcación Hidrográfica Galicia- Costa, porque se las iban a ver muy tiesas.

Por distintos motivos vamos viendo cómo se desatiende lo fundamental, incluso en temas de la importancia y trascendencia como la salud pública, y se centran los esfuerzos en lo festivo, de mayores réditos electorales.

A la política de evasión, efímera y evanescente, del señor “Loreano Alonso”, como acostumbra a llamarlo un concejal de la oposición, bien podría denominarse la política LOREAL, por semejanza con la línea de productos de maquillaje L`Oréal de Paris de Noya.

 

 

                                 José Antonio Quiroga Quiroga

martes, 24 de enero de 2017

Populismo atrofiante


 

Desde el momento de la democracia en que nos hemos creído ricos, digamos que  veinticinco años atrás, empezó a desarrollarse en el ámbito político,  mayormente en el municipal, y sin distinción de ideologías,  un populismo galopante consistente en cultivar lo accesorio en detrimento de lo fundamental; en ensanchar el campo de acción mediante la apropiación y control, como patrocinadores, de asuntos menores tales como festejos y eventos de todo tipo, y  en extender  las redes clientelares mediante el perverso y dilapidador procedimiento de la subvención a toda  asociación, cultural, micológica o de hip hop; club deportivo o de ajedrez, con la doble finalidad  de contentar a la gente (el pueblo tradicionalmente ha sido  muy agradecido con el entretenimiento), y mantener el voto cautivo para mantener el poder.

Las cuentas gran capitán de hoy día de los ayuntamientos se desgranan así: en pólvora, “lucerío”, y fuegos de artificio, tantos cientos de miles de euros por ejercicio; en ferias, festejos, dádivas y subvenciones, tantos millones, …. y, querido y respetado pueblo, ¡ay!, la casa sin barrer.

Decía Cicerón, en un contexto social en el que la “chusma” era abrumadoramente mayoritaria, que la democracia era “horrible”. Tampoco Winston Churchill tenía mejor opinión de ella: “el mejor argumento en contra de la democracia es tener una conversación de cinco minutos con el votante medio”. Un indicador mundial de la sabiduría popular lo tenemos en la elección de Donald Trump.

En la esfera municipal la dictadura ofrecía la ventaja de que como los alcaldes eran elegidos, con mejor o peor acierto, por los gobernadores de entre las personas con relieve social,  y la reelección de los mismos  no dependía de la buena o mala opinión que de ellos tuviese la ciudadanía, la labor que desarrollaban se centraba, generalmente, en las necesidades reales de los municipios. Actualmente, solo al cabo de muchos años, porque el ahogo y parálisis que acarrean las carencias en infraestructuras e instalaciones es dolorosamente perceptible, nos vamos percatando de lo pernicioso de las políticas populistas practicadas por incompetentes aunque cualificados embaucadores. Estas prácticas populistas (como el ridículo paternalismo ejercido a través de la Web del Concello de invitarnos a pasear los domingos soleados, genialidad, creo, de un tal Ribagorda) que consumen recursos, tiempo y energías, se acentúan con gobiernos multicolores, como el actual cuatripartito de Tuy, en el que cada representante trata de arrimar, y con éxito, el ascua a su sardina,  (en ello le va la reelección), exigiendo mayor partida presupuestaria para sus respectivas delegaciones. El resultado es que a concejalías menores como, p.e. Deportes y Eurociudad, incluso Cultura, si valoramos la que se ofrece, se destinan cantidades que normalmente no les corresponden, y que dejan en bochornosa inferioridad los cuarenta mil euros presupuestados en 2016 para inversiones.

Fiestas genuinamente populares como el carnaval, recurso del pueblo para críticar a los poderes, han sido secuestradas, organizadas y patrocinadas por los ayuntamientos bajo la etiqueta de actos culturales con mayúsculas. Hasta tal punto que las coplas del Entierro del Bacalao del carnaval tudense han sido contratadas a dos actrices, por la cantidad de 900 euros, para que no se hablase del gobierno local. La ambientación navideña de Tuy también la asume el Ayuntamiento, con profusión lumínica, metida en la desmesura, muy superior a la exhibida en la vía de mayor nivel comercial de Madrid como la calle Serrano, o de mayor concentración como Fuencarral, que costea el comercio. Y qué decir de la Cabalgata de Reyes de la Eurociudad, aunque en Portugal, en Valença, no se celebran los Reyes, filmada desde el aire como si se tratase del Tour de Francia o la Vuelta ciclista a España.


Acceso angosto y tortuoso a garajes y piscinas


Muro a atravesar en paso inferior a la C/Hnos. Maristas

Tramo a ensanchar permutando terrenos  municipales y del Liceo Casino



Pese, o a causa, de los abundantes eventos deportivos, trofeos (Cidade de Tuy), “andainas”, y actividades de ocio de la Eurociudad, y del mucho ruido y algarabía callejera de ferias y fiestas,  el comercio local sigue en duermevela. Desengañémonos, Tuy no es, hoy día,  destino turístico con incidencia significativa en la economía local, ni cuenta con atractivo comercial (las grandes superficies cercenaron esa posibilidad).La situación empeorará  si no se estructura la ciudad con obras  que aumenten su atractivo y faciliten la estancia a los que nos visitan, sean turistas,  residentes propios o de ayuntamientos vecinos para realizar gestiones y compras. A este respecto sugiero, entre otras necesarias, una obra, pequeña pero importante, perfectamente asumible en cuanto a coste, que resolvería a entera satisfacción la peatonalización del entorno del Paseo de la Corredera cuando se abra el tramo de la calle Orense pendiente, al tiempo que rebajaría significativamente la intensidad del  flujo rodado de la calle Calzada (barrio de San Bartolomé), cuya estrechez  no permite la circulación en ambos sentidos, y serviría de vía principal de acceso, desde el centro urbano, al futuro aparcamiento en el lugar donde se emplazan las piscinas municipales, así como a la calle Canónigo Valiño. Se trata, pues, de prolongar el tramo recto del vial  bajo que va desde el acceso a las piscinas  hasta el Liceo Casino,   atravesando, a nivel inferior, la Avda. de la Concordia  y con boca de salida en la calle Hermanos Maristas, y ensanchar parte del tramo existente mediante permuta de terrenos.

Ahora bien, si a los tudenses no les preocupa el raquitismo crónico que padece  la ciudad y el municipio, y lo que de verdad les va es la marcha, ya saben lo que les aguarda, el apretarse el cinturón y a disfrutar por bulerías.

 

                                     José Antonio Quiroga Quiroga

 

viernes, 13 de enero de 2017

Apuntes y Puntadas (I)

El presente escrito, primero de una serie titulada:"Apuntes y Puntadas",  se lo dedico al grupo de gobierno municipal de Tuy, por si su contenido le dice algo.
 
La falta de autoridad moral como defensa:
La conducta del oponente no es referencia que justifique la propia. El gobernante que rehúsa rendir cuentas  amparándose en la supuesta falta de autoridad moral del político interpelante, parece no saber que a éste le asiste legítimamente la indiscutible e irreprochable autoridad  representativa otorgada por electorado.


Rápidos aprendiendo:
 El tiranosauro dijo e una ocasión en la radio municipal que el actual grupo de gobierno tiene la cualidad de que: “aprende muy rápido”. Sin embargo, se eterniza en el estudio de los problemas. El concejal de tráfico (se sobreentiende que del rodado), que recuerda a la exconcejala de Educación de Vigo, Maite Fernández, apodada “estamosenello”( esta era la respuesta que daba cuando se le preguntaba por un viejo asunto), porque,  después de cinco meses de la implantación de la controvertida medida  del sentido único en la calle Obispo Salvado (Riomuiños),  responde a los afectados y concejales interesados con el estribillo: “seguimos estudiándolo”.


Oposición que torpedea:
Tras ser rechazadas plenariamente las dos propuestas del grupo de gobierno municipal de Tuy: ampliación del gasto del servicio de limpieza en la cantidad de 115.000,00 euros, (más del 100% del habitual) y la ordenanza de ruidos (que comporta multas de hasta 300.000,00 euros), el alcalde, visiblemente contrariado, formuló, como colofón,  una reflexión inelegante de mal encajador democrático, acusando a la oposición de torpedear la acción del gobierno.  
La oposición, para suerte del grupo de gobierno, como los motores que combustionan mal, petardea más que torpedea.


Limpieza para causar buena impresión a los foráneos:
El alcalde de Tuy justificó la ampliación presupuestaria del servicio de limpieza por el carácter turístico y comercial de Tuy. Se desprende de esta declaración que la limpieza no se hace para satisfacción y confort de los residentes, sino de los visitantes. Lo natural, lógico  y razonable es que los servicios se presten para bienestar de la población. El disfrute de los visitantes se obtiene por añadidura.


Cena municipal de Navidad:
El Ayuntamiento de Tuy (el grupo de Gobierno), por ser Navidad,  al igual que algunas  empresas privadas a sus empleados (también en esto dio un giro de 180º),  reconfortó a los funcionarios  con el  regalo en especie de una cena (el capi es cojonudo). De haber sido en metálico quizá se hablase de soborno aunque el desembolso fuese el mismo. ¿Acaso los funcionarios no perciben una paga extra antes de la Navidad? ¿Acaso por este detalle mejora el rendimiento de los funcionarios?  Estas prácticas “caritativas” o, si se prefiere, paternalistas, cuya intencionalidad no es el agradecimiento a los agasajados sino la reciprocidad diferida en forma de voto, están en desuso. No hace mucho, por estas fechas, los ministros ofrecían “un vino español” a los trabajadores de su ministerio en aras de  una supuesta  familiaridad laboral, pero esta trasnochada tradición protocolaria, por  ficticia e improcedente presupuestariamente,  afortunadamente pertenece ya al pasado.


El desconsejable uso del infinitivo en los discursos:
No es recomendable, a riesgo de parecer indelicado y distante, que quienes representan a una colectividad, verbigracia los políticos,  empleen en sus alocuciones públicas el presente  de infinitivo, manifiestamente impersonal, para expresar el sentimiento del grupo al que representan o el suyo propio. Por ejemplo, expresiones como: decir que…, manifestar queagradecer a…etc., en lugar  de, manifestamos que, manifiesto que… agradecemos a, agradezco a… etc., forma bastante más afectuosa y comprometida.


 
                                                José Antonio Quiroga Quiroga


 


 


 

viernes, 6 de enero de 2017

Dar la Nota


 

El gobierno municipal de Tuy pretende dar la nota, no solo en Galicia sino en Europa, con el lujo cultural y económico de la creación de una orquesta sinfónica, tocando la tecla del viejo orgullo latente, que aguarda  su rescate,  de un pueblo que ha sido mucho históricamente y que sueña con volver a ser. En palabras del alcalde, “sería  la  sexta de Galicia, y la primera de Europa de una Eurociudad, que no es asunto menor”; como, en expresión de Rajoy, la cerámica de Talavera, que es asunto mayor.

Y tanto para la pequeña capacidad presupuestaria de un ayuntamiento de menos de 20.000 habitantes. Si ya  chirrían las arcas municipales cada vez  que se abren para  sacar 300.000 euros anuales para un conservatorio sobredimensionado, con razón se resentirán sus fondos para atender el coste de una orquesta sinfónica. Por lo pronto,  Valença no está interesada en una “Eurosinfónica”. Algo parecido a pretender que el Tyde club de futbol milite en primera división. Le sucedería como al Compostela, que se quedó en el “Compos” de tercera categoría al faltarle la tela. A mayores del prestigio que ello supondría para Tuy, el alcalde justifica su creación “porque, como los estudiantes pagan sus tasas, hay que darles salida profesional”. Ningún centro de enseñanza, público o privado, universidad incluida, contempla entre sus deberes la obligación de ofrecer empleo a sus titulados.

Ensayo previo al estreno oficial de la Orquesta Sinfónica de Tuy

             Se da el “cante” de pecho, en do mayor, no ya equiparándose con las grandes ciudades de Galicia, sino presumiendo de ser referencia en  materia de programación teatral y,  ahora también, musical, máxime si se repara  en que la Banda de Música de Tuy, al contrario del formato tradicional de los ayuntamientos pequeños, y de su propia trayectoria, no es municipal sino Popular. Y se hace el falsete  cuando se le  niega  a ésta  y a la Coral Tudense el auditorio del Área Panorámica para el concierto de fin de año, que tuvo que celebrarse en la iglesia de San Francisco, con la ausencia del alcalde, y la concejala de cultura y el tiranosauro escondidos en la planta alta destinada al coro, el equivalente al gallinero de cines y teatros,  alegando que no había dinero para pagar al personal encargado de  facilitar dicho auditorio, pero si lo hubo,  p.e., para una demostración nocturna de flyboard en el río Miño.
           Puestos a dar notas, el alcalde dio la disonante en su alocución como invitado de honor a la cena del 135 aniversario de la Banda de Musica,  al menospreciar al director de la misma deseando “que la banda tenga pronto un nuevo director”.

Los tudenses somos testigos desconcertados ante la contradicción existente entre   la queja constante de falta de dinero, para inversiones en infraestructuras (40.000 euros se presupuestaron en 2016 a este fin) y para atender servicios básicos (actualmente  es noticia la queja de la policía municipal de falta de personal y  precariedad de equipos e instalaciones), y la prodigalidad de gasto en fastos y la creación de una orquesta sinfónica, muy defendible en cuanto excelencia cultural, pero fuera del alcance de lo razonable económicamente. Como referencia a la que atenernos en cuanto a tomar conciencia de la dimensión y capacidad del ayuntamiento de Tuy, y a  propósito de la ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera en las entidades Locales,  utilizada como escudo de conveniencia por el gobierno municipal, conviene reparar en que la Ley  Reguladora de las Bases de Régimen Local determina, sin perjuicio de que, en principio, todo municipio puede promover toda clase de actividades y prestar cuántos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal, qué servicios deben prestar los ayuntamientos en función del número de habitantes. Que, para las categorías de menos y de más de 5.000  habitantes, e inferiores a 20.000, son muy básicos.

La insostenibilidad del actual conservatorio era  criterio que compartían el Gobierno anterior  y la Oposición, hoy en el poder.  Sin embargo, el actual abraza con entusiasmo lo que antes criticaba con dureza. El populismo siempre ha sido tentación en la que suelen incurrir la mayoría de políticos para mantenerse en el poder; que les  lleva a sacar los pies fuera del tiesto en su afán  de ampliar su campo de acción y ser noticia casi a diario en los medios de comunicación. Tratan de contentar a las masas con subvenciones y entretenimiento y desatienden lo fundamental, que posibilita el desarrollo y la prosperidad. No hay más que ver el estado de letargo al que Tuy parece condenado.

 

                          José Antonio Quiroga Quiroga 

 

 

 

 

lunes, 2 de enero de 2017

Ni parque, ni parking


Una fuente municipal del área de urbanismo atribuía el hecho de que el Centro de Salud de Tuy no tenga ni una sola  plaza de aparcamiento de las 38 exigibles por ley a una estrategia del exalcalde Rocha. Supuestamente pretendía incentivar la construcción de un aparcamiento en el subsuelo adyacente ofreciendo al promotor, como garantía de  explotación, el alquiler o la venta de las obligadas plazas. Si bien esta hipótesis puede parecer estrambótica, pese a que entre las bambalinas  de la política actual se traman operaciones mucho más extrañas, más increíble resulta que los profesionales de una firma que recibió el encargo de proyectar quince centros de salud en Galicia no contemplaran para el de Tuy ni una sola plaza.
Este incumplimiento normativo, que impedía la obtención de licencia de construcción, pero susceptible de ser subsanado reformando el proyecto, fue, aparentemente, salvado por el gobierno anterior, al conseguir, bajo promesa, de la Consellería  de Facenda, propietaria del inmueble denominado Área Panorámica y del solar circundante, la cesión provisional de la superficie necesaria para alojar las referidas 38 plazas. No fue más que una maniobra sin futuro para salir del atolladero, porque el terreno  que se iba a ceder está calificado como zona verde y no admite el uso de aparcamiento (esta es la razón por la que el actual aparcamiento terrero municipal, también provisional por tiempo indefinido, no se asfalta y se allana con zahorra  una y otra vez, con el infructuoso propósito de eliminar los tozudos socavones).
Lo cierto es que el Centro de Salud necesita  licencia de actividad para entrar en servicio y el Ayuntamiento legalmente no puede expedirla. Aunque el actual alcalde anunció en un pleno que, pese a ello, la expediría por tratarse de un edificio de interés social, no va a poder cumplir lo prometido porque no va a disponer del preceptivo informe favorable de los técnicos de urbanismo, que no firmarán nada que comprometa su puesto de trabajo. Tampoco el alcalde, ni los miembros de la Comisión de Gobierno, querrán incurrir en prevaricación flagrante, pues sabe el regidor que ello le supondría el regreso, con un negro e inquietante borrón  en su expediente, a su puesto de funcionario del cuerpo de auxiliares judiciales en la prisión de A Lama. Porque, llegado el caso,  la Fiscalía no se atrevería a desautorizar una vez más el PXOM, como cuando desestimó la denuncia presentada  por insuficiencia de parcela,  resolviendo  que, pese a ser  ésta inferior a la mínima exigida (casi la mitad),  la licencia de construcción del Centro de Salud era correcta porque el edificio cabía en la misma.
Esta situación surrealista desemboca en dos únicas salidas: que el Centro de Salud funcione al margen de la legalidad, o que el Ayuntamiento ofrezca al SERGAS 38 plazas de aparcamiento de las existentes en las calles inmediatas,  cobrando la tasa correspondiente por ocupación de suelo público. La segunda opción agravaría el  endémico problema de  falta de infraestructuras que ahoga a Tuy. Lo preocupante a este respecto no es ya que no se propongan  soluciones, sino que ni siquiera se aventuran  promesas; de ahí que  la falta de obras que estructuren la ciudad y parroquias, se trata de ocultar con entretenimiento. No en balde el alcalde acaba de proclamar solemnemente que “hay que fomentar el ocio”, como si se tratase de un servicio básico.
Las recientes declaraciones en la radio municipal del tiranosauro, que se muere por ponerle la guinda a todo,: “la aprobación plenaria al respecto se resolvió con cuatro votos a favor (Psoe y los dos de su partido) y trece abstenciones”; que la calle Casal Aboy  ha mejorado mucho con el Centro de Salud, ahora tiene más luz (¿?) y que el edificio está retranqueado, tratando de justificar la nefasta ubicación del Centro de Salud, retuercen groseramente la realidad, pues: el BNG votó en contra; el edificio está más adelantado respecto de la alineación  de la manzana esquina a la C/ Hnos. Maristas, que retrasado respecto del edificio “Ilferlo” esquina a la C/ Colón; y siguen produciéndose  atascos y largas colas en las horas de llegada y de salida de los centros escolares.
La otra cara de la moneda es que Tuy tampoco dispondrá a medio plazo de un parque arbolado en la zona, como prometió la resuelta concejala de urbanismo cuando dijo que convocaría un concurso. Si acaso tendremos  un amago de parque  en un retal de terreno, porque si se elimina el actual aparcamiento terrero municipal, ¿dónde se meten los 150 coches a los que da cabida?


Trasera(horrible) del edificio Área Panorámica (izqda.), Centro de Salud
y Aparcamiento de tierra municipal
El aparcamiento de futuro que Tuy necesita deberá construirse, por centralidad,  acceso directo desde una vía principal (Avda. de la Concordia); amplitud superficial; y polivalencia de usos, en el lugar que ocupa la piscina municipal y pistas deportivas del Liceo Casino (previa negociación con la entidad). El gran desnivel existente con respecto al Paseo de la Corredera posibilita la construcción de varios niveles de terrazas armónicamente escalonadas, convertibles en jardines y pistas deportivas; en las que incluso se podría reubicar  la piscina.
Sin embargo, a falta de ideas y proyectos de alcance que nos saquen de la agobiante parálisis endémica,  tratan de cultivar nuestros fatuos delirios de grandeza con ese señuelo llamado Eurociudad, de cegarnos con deslumbrantes iluminaciones por las fiestas, de  hacernos creer, con el insultante menudillo propagandístico de los trabajos ordinarios de mantenimiento, titulado “Antes y Después” y con las “andainas” domingueras,  que Tuy camina hacia algún lado.
“Tuy se cae a cachos”, fue el inapelable y doloroso juicio emitido por  un residente foráneo  que dispone de la incontaminada y contrastada perspectiva que ofrece  el ausentarse y regresar repetidas veces al año a esta ensimismada ciudad que no deja de ser pueblo.


                         José Antonio Quiroga Quiroga