viernes, 18 de diciembre de 2015

Turrón amargo


                                                       

 

Adelanto que no se trata de una variedad nueva de turrón, equivalente en el ámbito repostero al chocolate negro, sino al estado de ánimo que altera  el paladar  de las cosas, que troca en amargo el sabor dulce del tradicional postre navideño español. Ese tipo de sensación semejante a la que experimentan los niños ante el  carbón dejado por los Reyes Magos.

A Rajoy, como presidente de Gobierno, se le reprenden muchas cosas, algunas imperdonables. Como colofón al rosario de reproches que cosechó su acción de gobierno viene a sumarse, a última hora,  al margen de los proferidos por aquellos que decidieron pasar fuera de casa las vacaciones de Navidad y no pueden votar por colapso del servicio postal, el de haber profanado gravemente el espíritu de la Navidad contaminándolo con la política por haber elegido el 20-D para celebrar las elecciones generales.

Las campanas que más repican estos días son las que  reproducen las sintonías partidarias en la reñida campaña electoral. El foco de las luces ya no se  dirige al portal de belén sino a los principales pastores políticos. El comercio, resentido por la interferencia, de haberlo sabido con tiempo, habría fabricado y puesto a la venta  figuritas de algunos de los candidatos para, junto al “caganer”, adornar el belén.

 Nada es igual esta vez en la tradicional fiesta. Tampoco lo serán las sobremesas de  Noche Buena, en las que las discusiones sobre los resultados de las elecciones, tanto o más enconadas que las disputas habidas en los debates televisivos protagonizados por los candidatos, vendrán a enturbiar  la armonía familiar.

Como en esta llamada a las urnas habrá más perdedores que ganadores, gracias al señor Rajoy el turrón no va a tener buen sabor  para millones de ciudadanos.  Dado el bajonazo anunciado del partido en el gobierno, a sus militantes y simpatizantes, el turrón les va parecer, si no amargo,  cuando menos, agridulce. Al señor Rajoy puede sucederle algo peor, que se enfade el Niño Jesús y no lo coma.

 

                            José Antonio Quiroga Quiroga

viernes, 11 de diciembre de 2015

El capi es cojonudo


 

Esta Navidad tiene un "caloret" especial, y el espíritu parvulario de siempre. Para mantener vivo el candor hasta la llegada de los reyes magos, el azar quiso  que en estas  fechas se festejen los Santos Inocentes. Y en esta atmósfera de crédula ensoñación, el zar Rajoy decidió que se celebren las elecciones generales.

Diciembre es tiempo de fraternidad, de romper el hielo, de abandonar el plasma y echarse a la calle a tomar unas cañas con el mundo. De pensar en el prójimo y visitar mercados, donde se cuece la cesta de la compra; de acercarse  al hogar del pensionista y hospitales, habitados por la desesperanza y el dolor, y repartir promesas reconfortantes acompañadas  de palmaditas y apretones de manos. Y de tomar un niño en brazos como un San José contemporáneo que comparte tareas domésticas, aunque luego no sepa preparar  unos mejillones al vapor.

También lo es de rebajas. Del Black Fraude, y de las defensas del electorado, reblandecidas ante la anunciada bajada de impuestos a los jubilados que renuncien a disfrutar del jubiloso retiro  En definitiva, y en esencia, diciembre es  mes de reconciliación. Aunque efímera como una estrella fugaz.

Cuando hice el primer campamento de la milicia universitaria, viví un curioso episodio de reconciliación volátil, semejante a la de un estado transitorio de enajenación, digna de estudio sociológico. A lo largo de todo el  tiempo de instrucción militar, en pleno verano, era habitual, entre otros padecimientos, que el sargento interrumpiera bruscamente el momento de siesta y nos zarandeara a capricho con la voz de  “¡¡¡a formaaaar!!! ¡¡¡Con cartucheras!!! Y, al medio minuto, contradictoriamente adrede,  cuando habíamos formado  filas, volvía a gritar, “¡¡¡sin cartucheraaas!!! luego, una vez más, ¡¡¡con cartucheraaas!!!, y así hasta irritar al personal, que juraba acordándose, para mal, de los muertos del sargento y del capitán. Pero llegó el día de la jura de bandera. En esa ocasión la comida, un poco mejor de lo habitual,  incluía, a mayores, un vaso de vino y dos pastelillos. Al final del ágape, los soldados, todos personas estudiadas, de pronto,  gratificados y enardecidos por el vaso de vino y los pastelillos, olvidaron el castigo sufrido durante tres meses y los consecuentes  insultos de desahogo proferidos  y se pusieron a cantar a coro: ¡el capi, el capi es cojonudo, cooomo el capi, no hay ninguno! 

El 20-D  los españoles juraremos la bandera de un partido político determinado desfilando ante las urnas. En esta ocasión, el vaso de vino y los pastelillos, en forma de paga extraordinaria, se dan con anticipación.

Brindemos, pues,  por un futuro joven. Y sonriamos.

 

                               José Antonio Quiroga Quiroga

martes, 8 de diciembre de 2015

Que experimenten ellos


 

Ante las disputadas elecciones generales, Rajoy recuperó, en versión  política, la famosa, por  dañina, sentencia de Unamuno, “que inventen ellos”.  Recomendó al electorado que se deje de experimentos votando a partidos emergentes encabezados por jóvenes líderes sin experiencia de gobierno. Vino a decir, pues, que los experimentos con gaseosa. Que deben ser  los más productivos y rentables para un país.  

Haciéndose eco del rancio conservadurismo del todavía presidente, un tudense (permítaseme la intranscendente anécdota), de pensamiento viejo y reaccionario, como suele corresponder a educaciones cimentadas en dogmas,  consideró oportuno sumarse a la causa y tratar de apuntalar tal llamamiento  enarbolando el refrán gallego, elevado a artículo de fe: “Leña verde e xente nova todo é fume”. Cabe decir al respecto que, mayoritariamente y en todo tiempo, las revoluciones sociales, el avance de las ciencias, los descubrimientos, así como la creación artística, han sido protagonizados por jóvenes. 

Felipe González y Alfonso Guerra, entre otros miembros del partido socialista que han desarrollado tareas de gobierno, carecían de experiencia cuando accedieron al poder, y es indiscutible su gran contribución a la modernización de España, desplegada, mayormente, en los primeros años de  mandato  en los que la aludida inexperiencia era más patente. En ocasiones, y en determinadas actividades, la experiencia no es un valor indiscutible, sino un pesado cúmulo de obsolescencias sostenidas por la tradición y la costumbre,  que obstaculizan seriamente los cambios y la innovación.

Lo exigible a un candidato a presidir el gobierno de una nación es, esencialmente, inteligencia, sensatez y sentido de la justicia. Los conocimientos propios de la gobernanza los aportan, entre otros, el equipo de asesores, secretarios de Estado, y técnicos superiores de la Administración, como ha sucedido históricamente.

Pero el meollo del asunto radica, fundamentalmente, máxime hoy día en que la corrupción política  tiene  a la ciudadanía conmocionada y sumida en la miseria,  en la solidez de principios éticos del candidato que garanticen su independencia frente a la presión de los poderes económicos.

 

                                 José Antonio Quiroga Quiroga

 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Sufrir la Oposición


 

Afortunadamente, en el Ayuntamiento de Tuy se han invertido los términos. Hemos pasado de padecer gobiernos a sufrir la oposición. Mayoritariamente cateta, y de discurso embarullado que dificulta el debate racional. Un mal menor comparativamente, pero nada tranquilizador si atendemos a su superioridad numérica. Además de desalentador, pues cuesta entender  que tales representantes gocen de tan amplio respaldo social.

Con frecuencia la oposición utiliza palabras impropias que causan confusión entre los corporativos. En el pleno de noviembre le hemos escuchado llamar aguas fluviales a las pluviales (Alternativa Popular de Tui), y  porfiar, durante diez minutos, al representante de Ciudadanos Tudenses sobre la imposibilidad de construir un colegio en  una parcela  que entre los usos asignados a la misma  figura el docente. Debió  creer el señor Manuel González Vázquez que el uso docente se refería al religioso,  porque la decencia es principio moral de la docencia de las Iglesias. Moralidad que debería obligar a un examen de conciencia previo sobre las propias aptitudes y capacidades para optar a la alcaldía con la dignidad requerida.

Pero no todo es incultura en la oposición. C 21 aporta, con la figura de su líder, la desenfadada desenvoltura del tertuliano televisivo al uso que se atreve con todo,  pues, como los sabios de la antigüedad, parece reunir todo el saber de la época.  Sobre el segundo, licenciado universitario, no cabe formular opinión alguna pues el absoluto protagonismo del portavoz no le permite pronunciar palabra.

En la referida sesión plenaria, en la que, a instancia de una plataforma ciudadana de afectados por las hipotecas, se presentó la moción de trasladar  a la Xunta un escrito sobre la problemática actual del alojamiento, el señor Padín justificó la abstención de su grupo al relacionar, identificar y sintetizar en tres brochazos, como causas reales de ser víctima de deshaucio y de sufrir pobreza energética, al buenismo imperante. Un buenismo que, según su criterio, apuesta por la “ruinosa” industria de las energías renovables frente a la  rentabilidad de la técnica de fracking hidráulico en la extracción de gas, como queda demostrado con la quiebra de Abengoa; que pone en riesgo  la salud financiera de la Banca con la pretensión de la dación en pago; que atenta contra la propiedad privada,  la ley Hipotecaria y ley sobre Régimen de Alquiler. Sin duda, todo un instruido en tan compleja y variada temática.

Lo que resulta preocupante es el malismo del señor Padín, alineado con la política económica ultraliberal de las empresas multinacionales, que en su voracidad rechazan toda regulación estatal. La defensa de tales principios hace que, cual nazi en términos económicos, se muestre inclemente con los oprimidos y desfavorecidos. Ya se mostró injustamente cruel con los productores gallegos de leche. La argumentación al respecto del líder de C 21 fue censurada  de viva voz por una persona de la plataforma ciudadana presente en la sala, obligando al alcalde a amonestarla  de que respetase las intervenciones a riesgo de tener que abandonar la dependencia, optando aquella por retirarse “al no estar dispuesta a seguir escuchando más imbecilidades”. Terminada la exposición del señor Padín se retiró el grupo de afectados, no sin que antes una señora le dedicase un reproche: “habría que verte a tí pasando hambre”. Lo paradójico del fundamentalismo económico de don Próspero es lo mal que se desenvuelve  él en el libre mercado.

Decía Manuel González Vázquez, “O Rato”, en campaña, que lo que necesitaba Tuy era color, que a Tuy le faltaba color. Pues bien, ya tenemos una oposición de lo más pintoresca.  

 

                             José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 14 de noviembre de 2015

El primer mandamiento


 

No es propio de un Dios reclamar que le amen, al margen que no es posible amar lo inabarcable e inimaginable. En todo caso a Dios solo cabe adorarle. Y en absoluto aceptable que tal pretendido amor  se anteponga al de sobre todas las cosas, que induzca a desatender lo terrenal en aras de lo celestial. He aquí el germen de todo fundamentalismo, y de los riesgos que comportan para este mundo los  altos vuelos del espíritu. Si la mirada está puesta en el cielo no es de extrañar que en nuestro caminar nos pisemos unos a otros.

A propósito del conflicto entre Israel y Palestina, Isaac Rabín dijo en una ocasión, después de rubricar entre salvas de cañones el acuerdo de paz con Jordania, “Si Dios quiere no habrá más muertos”. ¿A qué Dios se refería?

Debería bastarnos como guía de conducta, porque está a nuestro alcance, aunque no es fácil, el principio de amar a todas las cosas, animadas e inanimadas, a nosotros mismos, al mundo animal, al paisaje, al aire, al agua…En definitiva, a este mundo, a la realidad que nos toca vivir.

Cuando se antepone el amor a Dios sobre todas las cosas, suele  suceder que este amor a lo intangible termina por  interponerse entre el fraterno de la humanidad.

El verdadero Babel no han sido ni son las lenguas, sino los credos.

 

                                 José Antonio Quiroga Quiroga

domingo, 18 de octubre de 2015

Lengua y emoticonos


El artículo de E. J. Rodríguez, “Por qué el Jesús del arte nunca se pareció al de la Biblia”, comienza diciendo que imperios y religiones se servían de la representación artística de ideas para comunicarse con  los humildes, puesto que la historiografía escrita era un lujo reservado a una minoría con formación. Quizá la sentencia, “una imagen vale más que mil palabras” tenga origen en la  utilidad de la figuración para despertar en el pueblo llano evocaciones y sentimientos ajenos a la razón. José Antonio Marina opina que la imagen es poderosa emocionalmente y nula conceptualmente: “no hay dogma más peligroso que afirmar que una imagen vale más que mil palabras”. “Nuestra inteligencia es estructuralmente lingüística, no “imaginera”. Las grandes creaciones, ciencia, derecho, economía, ética, política, etc., son lingüísticas; en ningún caso se construyen con imágenes.

Hoy, a través de Facebook,  ventana a la que se asoma mayormente el pueblo llano, para ser visto más que para ver, es notorio el uso y abuso del  variopinto catálogo de emoticonos a disposición del usuario, grotescas caricaturas de expresiones faciales básicas, protagonizadas por animales en su mayoría. Si bien no es  cuestionable, en términos de practicidad,  el uso en las redes sociales de algunos símbolos para respuestas que no pretenden  ir más allá que el mostrar conformidad o disconformidad: mano con el pulgar hacia arriba o hacia abajo, es obvio que, a falta de palabras, los emoticonos expresan emociones, aunque sin los matices de la comunicación gestual, como p.e. la ironía,  pero no opinión. Con ellos el diálogo se interrumpe y no dan opción para el debate. No es posible el enriquecedor intercambio de ideas.

El empleo abusivo de emoticonos empobrece la lengua,  conduce a  pensar de manera más fragmentada y simplista, además de que se pierde capacidad para formular ideas profundas y complejas.  

Los emoticonos remiten a los ideogramas chinos antiguos, emparentados con los sistemas de escritura maya y egipcio; y a la expresión popular, al menos en Galicia, referida a aquellos que de los periódicos solo les interesa “ver los santos” ( fotos o estampas de gente supuestamente relevante, elevada a la categoría de santos), porque la escritura  les produce empacho.

Si cierto es que somos lo que leemos, más cierto es que somos lo que escribimos.

 

                              José Antonio Quiroga Quiroga

 

 

sábado, 29 de agosto de 2015

La plaza do Seixo, de Tomiño


                                     


La denominada plaza do Seixo no era tal, sino glorieta. Tampoco lo es ahora tras las obras de remodelación. Una intervención conceptualmente confusa,  restrictiva en el uso, y de diseño desafortunado. Un espacio híbrido que conjuga, con riesgos contrastados, y advertidos por policía local para la seguridad de menores, y en desigual proporción, un abigarrado parque urbano, un área pavimentada aneja al edificio del Ayuntamiento, y  una problemática calzada para vehículos que separa  ambas zonas. Un quiero y no puedo, pues la zona es parcialmente peatonal, o,  mejor dicho, un querer y no saber.  El parquecito es un bosque de hierros, que soportan  luminarias de “diseño, más que de árboles, protegido de la circulación rodada por desmadrados lingotes  de granito. Ambos accesorios son expresión y testimonio del invasivo minimalismo tosco y un tanto brutalista de hoy día.

Por definición, se entiende por plaza a un lugar espacioso, diáfano e isótropo, esencialmente peatonal, que da adecuada cabida a la práctica totalidad de la actividad humana. La actual “plaza” do Seixo solo admite el relax,  y en absoluto “centraliza la actividad social y comercial de la villa” como aventuraba el grupo de gobierno municipal, ni “generará más posibilidades de negocio” en palabras de la alcaldesa. En contraposición al concepto “modelno” de plaza como la que nos ocupa, aporto fotografías de un ejemplo clásico, como el de Caminha,   elocuente en cuanto a la intensa vida comercial que propicia.














El atrevimiento rompedor, más que rupturista, propiciado por carencias profesionales básicas, da lugar a  actuaciones lamentables, especialmente si afectan al patrimonio público, plagadas de errores, que en el caso de la nueva plaza do Seixo me permito detallar:


1.- La Casa Consistorial, referente arquitectónico e institucional, ya no preside el espacio central abierto donde tiene lugar el teatro de la vida. La armonía dimanante de toda composición jerárquica ha sido destruida al arrimarle al edificio, cual cafetín o merendero, una pérgola,  sólida metáfora del arraigado acogerse a la sombra municipal, con plataforma para actos indefinidos, que oculta parcialmente su implantación solemne y que rivaliza en presencia. Lo procedente sería mantener despejada el área y habilitar un templete desmontable para la ocasión. A mayor utillaje de estorbo, un absurdo y sorpresivo peine de agua frontal, de funcionamiento intermitente, compuesto por cuatro surtidores a nivel de pavimento, se interpone, a modo de estación de lavado, en el camino de acceso al edificio. Imagino que la finalidad de la lámina de agua a ras de suelo que generan dichos surtidores es la de limpieza cautelar de la tierra pegada a las suelas del calzado de los contribuyentes que se encaminan a las dependencias municipales;  que no están libres de que sus ropas  estén expuestas a semejante proceso si sopla el viento.  








                               



           



           




           




2.-Al objeto de eliminar  barreras arquitectónicas, si bien existía y existe un acceso lateral en rampa para minusválidos,  se ha levantado a la entrada  del Ayuntamiento una estructura metálica exterior, compuesta por dos tramos laterales de escalera y una rampa,  que determinó la ampliación vertical de la embocadura de acceso, menoscabando con ello la nobleza y prestancia anterior. Sin embargo, no sabría decir si en consonancia con la estética introducida, o por insensibilidad manifiesta, el cableado eléctrico que atraviesa la fachada permanece, cuando pudo ocultarse bajo el pavimento con ocasión de las obras de elevación del mismo.











3.-  El bordillo propio de las aceras, concretamente en el tramo por donde discurre el vial rodado, en absoluto zona peatonal, aunque se acoplaron las rasantes, ha sido sustituido por  masivos y claustrofóbicos tochos de granito.Dispuestos alternada y aleatoriamente. Verdadera trampa para invidentes. No tiene sentido eliminar aceras y bordillos para luego delimitarlas con bolardos. Si bien existe una cultura incipiente de consideración  hacia las personas con problemas de  movilidad mecánica, no puede decirse lo mismo respecto de quienes los sufren por defectos de visión.











Sin duda, la pretendida idea de peatonalizar la plaza era merecedora de respaldo. Lamentablemente, no lo es el insatisfactorio resultado.

Pronto, en Tuy, un tramo de la calle Calvo Sotelo será peatonal y se incorporará al Paseo de la Corredera, creándose una gran plaza que se llenará de vida comercial y terrazas. Estoy seguro de que el actual grupo de gobierno, y en particular el alcalde, saben que la elegancia de la Corredera no necesita de aditamentos, sino más bien al contrario, de limpieza de ciertos elementos que distorsionan el ambiente, fundamentalmente arquitectónico. En concreto, las banderas y los catafalcos-jardinera que introdujeron gobiernos anteriores.



                               José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 22 de agosto de 2015

Versión original (I)


                                                
            Aunque en la jerga musical suele llamarse arreglo a la variante  interpretativa de una pieza, personalmente, y como muestra de respeto, prefiero denominarla versión, porque buena parte de tales arreglos desmerecen tanto la obra original que son verdaderos desarreglos.  

Titulo, versión original, si bien es contradicción en los propios términos, pues no existe versión si no hay modificación, a este  primer ramillete  de frases desarregladas o erróneas, además de chocantes, algunas de mi invención, que he ido recogiendo del decir popular,  dado el carácter genuinamente novedoso,  a la vez que gracioso de las mismas. 

 

Alrededor de Úbeda: Hay gente que puesta a divagar, en el colmo del escapismo argumental, no es ya que se vaya por los cerros sino que por las ramas de Úbeda.

            Deprimento por Detrimento: Sin duda, todo lo que va detrimento de otro va en deprimento suyo.

 

Foro interno por Fuero interno: Por lo escuchado, parece que de entre las personas dotadas de gran dignidad,  algunas son tan especiales que en vez de tener una única conciencia (fuero interno), disponen de varios yo, de una asamblea íntima, de todo un foro interno opinante. Singulares y  afortunadas ellas, porque sus propuestas deben gozar, como sucede en los gobiernos “pluripartitos”, de mayor elaboración y contrastado debate.

 

Alquilino por Inquilino: Las cosas como son: al pan, pan, y al cabrón del alquilino del 5º, ni agua.

 

Bote sinfónico por Bote sifónico: El bote sinfónico es recipiente cilíndrico que se instala en los cuartos de baño para convertir en sinfonía los ruidos propios que ordinariamente se producen en los mismos.

 

Gases del oficio por Gajes del oficio: Eso dijo el “butanero” al escapársele un cuesco tras el esfuerzo de subir las escaleras cargado con la bombona.

 

Defectos secundarios por efectos secundarios: Como los daños colaterales (a ambos lados del principal), los mal llamados efectos secundarios, no son sino la forma atenuada de llamar, habitualmente en términos de salud, a los defectos nocivos, en absoluto secundarios, del producto.

 

Tragiversar por Tergiversar: Necesariamente, la tragiversación merece mayor reprobación que la ordinaria  tergiversación por cuanto, a mayores del trastrocamiento de los términos, introduce el acento trágico.

 

Peligro eminente por Peligro inminente: Inmediateces aparte, todo peligro merece respeto, pero si se trata de uno eminente, solo cabe rendirse.

 

Pareja de lecho por Pareja de hecho: No hay pareja de hecho sin antes haber sido pareja de lecho. Porque, del dicho al lecho, hay un gran trecho.

 

                               José Antonio Quiroga Quiroga

viernes, 3 de julio de 2015

Activia para Activación Tui


A los amigos del mogollón los conceptos mega y macro les mola un montón. A pesar de que las escalas desmadradas suelen tener el efecto perverso de desnaturalizar las cosas, y de degradar los espacios que soportan celebraciones masivas. “Tuinic” es un ejemplo de evento fallido de macro “picnic” en el paseo fluvial del Miño,  de un total  de cuatro: Noite Urraca; Tui Street Food y Catellum Tude, promovidos por la asociación de comerciantes de Tui (ACITUI) y profesionales del espectáculo y hostelería, agrupados bajo el nombre de Activación Tui, para la recuperación del comercio de la ciudad. Si bien no alcanzo a ver el beneficio que “Tuinic” podría acarrear a la generalidad del comercio de Tuy, salvo para media docena de cafeterías, y no todas integradas en la citada asociación, si tal evento  iba a tener lugar una tarde de domingo, día  y franja horaria en que están cerrados la mayoría de los establecimientos. Por el contrario, sí veo con claridad la rentabilidad cierta para el empresario profesional en festejos y promotor del ocio nocturno.

 La no asunción del fracaso organizativo del proyecto ha empujado a los promotores a buscar culpables externos y a señalar como principal y único a la Administración Local. Concretamente, al alcalde saliente, por no tramitar la solicitud presentada el 19 de mayo de 2015, y, mayormente, al actual regidor al haber recaído en su persona la responsabilidad de la resolución. Aunque también, y ya son ganas de repartir culpas, a los candidatos a la alcaldía porque durante la campaña aplaudieron la iniciativa. La realidad es que ha faltado previsión y desconocimiento de la documentación necesaria a aportar para optar a la autorización solicitada, por mucho que el profesional Luis Diz trate de presentarse como experto en organizar eventos, poniendo como ejemplo, entre otros, la contratación de Pavaroti para el Xacobeo. No pongo en duda su experiencia en este tipo de celebraciones, pero no es lo mismo un festejo en la plaza de La Quintana que en un ámbito  Red Natura, que fija en 55 dB (decibelios) el umbral de intensidad de ruido, con la limitación añadida de que parte del espacio escogido se encuentra en obras. No es razonable ni prudente presentar a tramitación un “proyecto de festejo” documentalmente deficiente en tiempo electoral, a 39 días de la fecha de celebración, cuando la autorización para un retejado  suele demorar más de seis meses. Máxime, cuando no se presenta el preceptivo proyecto técnico y el informe jurídico rechaza la documentación presentada por incompleta. No es justo ni humano responsabilizar de los errores de cálculo propios y de las carencias documentales  a una persona que solo llevaba 9 días al frente de la alcaldía, que ha tenido que ocupar buena parte de sus escasísimo tiempo  en hacerse cargo de una situación complicada, además de la de completar gobierno dada su situación en minoría,” al tiempo que exigir diligencia extraordinaria en la tramitación administrativa, que la hubo, y acuerdo de gobierno en tiempo récord,  para luego, ante el obstáculo legal del informe jurídico negativo,  consecuente con la ordenanza de aplicación, acusarlo “de falta de actitud y de poner palos en las ruedas”. ¿Qué sentido político o beneficio personal  presume Activación Tui que podría derivarse de la denegación de permiso para formular tal acusación?

 La realidad de los hechos  es que el 22 de junio ACITUI  reiteró la solicitud de permiso para usar el paseo fluvial; el 24 de junio aporta copias del seguro de responsabilidad civil y de la autorización de la Consellería de Medio Ambiente;  el 25  de junio se requiere el informe jurídico,  y al día siguiente, al final de la jornada, se libran los informes urbanístico y jurídico, sin tiempo material para celebrar comisión de gobierno y poder emitirse la resolución administrativa. Se demuestra, pues,  que lejos de la falta de actitud esgrimida ha habido diligencia la máxima diligencia posible. Tampoco es cometido de un alcalde  preocuparse por la organización de un evento particular en el sentido de aconsejar el aplazamiento del mismo, tal y como se le ha recriminado, pues conforme los organizadores han decidido la suspensión del mismo igualmente podrían anunciar el aplazamiento.

No es verdad, como afirma el restaurador Alberto Prelcic, miembro promotor de la disuelta Activación Tui, que no han pedido ni un euro al Ayuntamiento, salvo que no sepa traducir a dinero las ayudas solicitadas como: un generador de corriente eléctrica; cuatro sanitarios portátiles; papeleras y colectores; personal de limpieza para mantenimiento de los sanitarios y recogida de residuos; cobertura económica del camión escenario móvil de Electromiño; y colaboración en materia de seguridad de protección civil y de la comandancia de la Marina. Baste como ejemplo la celebración de Festimiño, que supuso un desembolso municipal de 15.000 euros. Y una sanción de 700.

Tampoco se ajusta a verdad presuponer que el Paseo de la Corredera está sometido a las restrictivas exigencias acústicas de los espacios comprendidos en la Red Natura, para concluir que  a causa de ello no se podrán celebrar las fiestas patronales en el mismo.

 De entre los discursos que descalifican al regidor de la ciudad destaco, por especialmente categórico e irracional, el de un veterano empresario del sector del automóvil, a quien parece que los años que no le concedieron la gracia de la templanza ni mayor capacidad de discernimiento. Esta persona, que confesó no haber votado (nadie fue merecedor de su voto),  pasó de hacer un llamamiento a la abstención electoral en la presentación de Activación Tui, supongo que como solución a los problemas de su amado Tuy, para luego, “llegada la hora”, felicitar en Facebook al nuevo alcalde y, a renglón seguido, descalificarlo cruelmente comparando su actuación a la de Pilatos con Jesucristo. Le amonesta de empezar muy mal la andadura municipal y le acusa de ser culpable absoluto de no haberse llevado a cabo el evento “Tuinic”. Para mayor abundamiento en determinar con claridad quien es el responsable  de la suspensión del mencionado evento  se sirve, por deformación profesional, de un ejemplo extraído del mundo del automóvil: “si a causa de una reparación mal efectuada, acaece un siniestro de graves consecuencias, el responsable penal es el gerente de la empresa y no el mecánico”. Pero con nula fortuna ya que  un Ayuntamiento no es equiparable a una fábrica o taller de reparación, sino, puestos a utilizar símiles del ramo, más bien a  una empresa de ITV, en cuanto que el cometido de ambos es el de revisión y emisión de visados de conformidad legal, que autorizan o desautorizan la práctica de determinadas actividades. Sin duda, pues, compete al ciudadano el deber de presentar el vehículo a revisión en las debidas condiciones si desea circular por la carretera.

Capítulo aparte,  indigno de mayor comentario, es el posicionamiento obscenamente oportunista y desleal de Converxencia 21. En realidad, el personal de su líder, don Próspero, autor de una mini guía para la prosperidad y padre de la fantasiosa idea de crear un estado independiente constituido por los ayuntamientos de Tuy y Valença do Minho. No es propio de personas sensatas afirmar “que la actuación del nuevo gobierno municipal parece apuntar a la paralización burocrática de todo tipo de actividad”.

Deseo manifestar que lamento el desenlace de los acontecimientos y la consecuente dimisión de la presidenta de ACITUI, porque deja vacío un cargo que difícilmente alguien querrá ocupar; como también la crítica arrebatada e irreflexiva hacia una persona que reúne las condiciones para ser un extraordinario alcalde, que dispone de un equipo de gobierno de excepción. 

 

                                  José Antonio Quiroga Quiroga

martes, 16 de junio de 2015

Representación política en actos litúrgicos

En 1494, mediante el tratado de Tordesillas, el papa Alejandro VI consintió en adjudicar las dos mitades del mundo conocido, propiedad del Creador, a los reinos de Castilla y Portugal. Hoy la Iglesia católica exhibe su potestad haciendo que reyes y poderes públicos se inclinen ante un obispo y le besen el anillo.
Bajo esta perspectiva mística, no es de extrañar el escrito reivindicativo de los obispos de la provincia eclesiástica de Santiago de Compostela por la ausencia de los nuevos alcaldes de Santiago y La Coruña en la Ofrenda (misa y procesión) de las siete ciudades del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento. Como tampoco el artículo, “El laicismo excluyente”, de Carlos Negreira, portavoz del PP en el Ayuntamiento de la Coruña; ni las declaraciones de la regidora de Mondoñedo, también del PP, “un pueblo que huye de sus tradiciones, renuncia a su identidad y alma”.  
Antes de entrar en el análisis de los argumentos esgrimidos por las partes dolientes, que se sienten excluidas y discriminadas,  al margen  de que el Estado Español es aconfesional, conviene dejar sentado que de entre las funciones de un cargo público no está la de representante del credo o credos de la ciudadanía. Solamente, en rigor, le corresponde la representación administrativa, aunque, en general,  el ejercicio de la política, en su afán intervencionista, trata de apropiarse y abanderar todas las esencias y sensibilidades del pueblo.  
En su delirio místico, Carlos Negreira, apela  “a la unidad del pueblo gallego, que en el siglo XVII fue capaz de reunir a las siete capitales de provincia para dar respuesta a la demanda de los ciudadanos” ¿Pretende decir el autor que los gallegos se sienten comunidad gracias a la religión católica, o acaso está reivindicando la desvinculación territorial de Galicia como reino privativo? En la misma orientación  nacionalista se alinea la exaltada, por imperativa,  declaración de la regidora de Mondoñedo: “también exigimos que se respete nuestra voluntad de seguir siendo un pueblo unido como única opción de sobrevivir”. Reprueba, el citado portavoz,  de confundir “aconfesionalidad” con laicismo excluyente,  enarbolando el art. 16.2 de la Constitución, redactado bajo la supervisión de la Iglesia Católica, “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos… mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. Sin duda, asocia cooperación (respetar y permitir actos públicos, incluso financiación) con asunción, participación y respaldo a las mismas; pues más adelante habla de “respetar y alimentar una tradición…”.
El nuevo alcalde de Santiago, tildado de liderar un movimiento populista y radical, pero cuya actitud al respecto se ciñe a acatar el mandato Constitucional, respondió “que no corresponde a un alcalde pedirle al Apóstol que termine con el desempleo y la corrupción. Lo que toca es ser capaz de impulsar políticas de transparencia y de fomento del empleo”. ¿No se percatan los creyentes de la impertinencia de poner en entredicho la demostrada incapacidad del Apóstol, al tiempo que  evidenciar su caprichosa pasividad en cuanto que no es dado a avenirse a poner remedio a las precariedades si no se le pide?
La ofrenda al Santísimo de las siete capitales del Antiguo Reino de Galicia es un acto esencialmente confesional, coprotagonizado por la Iglesia y  los representantes públicos de dichas localidades. Por tanto, y según la Constitución, no procede la participación de representantes del Estado (alcaldes) que decreta la aconfesionalidad del mismo.  Ni cabe apelar a la tradición, al margen de la discutible legitimidad de algunas, consideradas bárbaras, como valor con vocación de eternidad. El hecho de que dos  regidores decidieran no asistir en representación de sus circunscripciones territoriales no debe interpretarse como falta de respeto al acto litúrgico en sí mismo, sino simple acatamiento de la legalidad vigente, si bien cuestiona la continuidad de la tradición por cuanto  la no participación política la vacía de fundamento.
Dada la reiterada recurrencia a la idea de laicismo como base argumental del escrito de los obispos, y para no dejarse llevar por la proverbial retórica envolvente de sus eminencias,  es necesario tener presente los conceptos, laicismo: “doctrina que defiende la independencia del Estado respecto de cualquier organización o confesión religiosa”; y laico: “Dícese de la escuela o enseñanza que prescinde de la instrucción religiosa”. No es cierto, por tanto, como afirman los prelados, “que la laicidad del Estado promueve la variedad de convicciones existentes en la sociedad” (se abstienen, astutamente, de especificarlas), en cuanto que no imparte su enseñanza. No se ajusta a la realidad declarar que  la laicidad del Estado consista en “negar la relevancia pública de este gesto tan propio de Galicia, solo por el hecho de su forma cristiana”, porque no se niega. Si acaso se cuestiona que haya que dar gracias a Dios como si el Antiguo Reino de Galicia fuese obra del Áltisimo. Como tampoco dar a entender que “no corresponde al Estado excluir a los cristianos y a sus celebraciones del ámbito público y reducirlos a lo privado”, porque el Estado sigue permitiendo la utilización de lugares públicos para las manifestaciones religiosas, aunque la espiritualidad pertenezca al ámbito privado e íntimo.  El argumento más sibilino esgrimido por el clero en defensa de la Ofrenda, y de más calado en la sociedad, no es de índole religioso, sino histórico: “el único gesto público que todavía se refiere al Antiguo Reino de Galicia”, porque repara la estima colectiva al resucitar viejas dignidades perdidas. La tradición en este caso gozaría de absoluta legitimidad si se tratase de una conmemoración civil. Ahora bien, quien no distingue ajos de cebollas, obviamente necesita de un pastor.


La asistencia a la ceremonia religiosa del recién nombrado alcalde de Tuy,  la interpreto, al margen de su personal orientación espiritual, que no podría erigirse en representativa institucionalmente, como gesto conciliador propio de quien no desea estrenarse contrariando al numeroso colectivo de creyentes locales, aunque buena parte del mismo, concretamente el sector conservador,  probablemente no le haya votado. No cabe reprocharle, ni sentirse defraudado porque se haya desplazado a Lugo para portar el estandarte tudense, ya que la cortesía institucional, en su vertiente confesional o cualquier otra, no es punto programático de ningún partido. Porque no  ha formulado quejas al respecto ni culpabilizado a nadie por no acudir a la cita, y porque es episodio que en nada afecta a su compromiso con Tuy y a la capacidad de gestión pública. Ni tampoco es hecho que deba mermar ni un ápice la confianza en él  depositada.


                                              José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 13 de junio de 2015

¡¡¡Enhorabuena, Tuy!!!


 

Felicito a Tuy porque hoy, 13 de junio de 2015, con la constitución de la nueva Corporación, se abre un tiempo esperanzador para nuestro municipio. Felicito a los electores por ser los protagonistas del cambio. Felicito a sus representantes públicos, tanto a los que han optado por situarse en la oposición como a los que optaron por asumir tareas de gobierno, porque con su altura de miras han posibilitado  que tengamos un gobierno  plural e ilusionante. Felicito en especial  al alcalde electo, Enrique Cabaleiro, de seria trayectoria, cuyo discurso de investidura, respetuoso y considerado, permite vislumbrar que estamos ante una persona de ética elegante. Estoy convencido de que, en sus manos, la vara o bastón de mando devendrá en batuta maestra que dirigirá con acierto y tacto el, a priori, mejor grupo instrumental que hayamos tenido.

La complejidad administrativa y urbanística de Tuy por su singularidad histórica y  localización fronteriza, equiparable a la de otros municipios de población muy superior, demanda regidores y concejales cualificados y capacitados para estar a la altura de su especial circunstancia. Esta exigencia, no cubierta desde hace demasiados años, creo que ha sido razonablemente satisfecha en el día de hoy.  A riesgo de adelantarme a los acontecimientos, expreso mi confianza en el nuevo gobierno, y en que la armonía será la nota dominante en esta singladura de cuatro años.

 

 

                        José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 23 de mayo de 2015

Tuy o la lealtad del paciente.


Era el ejemplo típico del paciente estacionario que se había acostumbrado a la enfermedad. La sobrellevaba como algo natural. En realidad empeoraba día a día, pero no se daba cuenta porque le permitía hacer lo que consideraba vida normal, salir a la calle, aunque no más lejos, y tomar unas cañas los fines de semana. Momentos que aprovechaba para disfrutar hablando de su precaria salud, pero que, gracias a Dios, y al médico de cabecera, uno más de la familia,  no podía quejarse. Tenía confianza ciega en su médico de toda la vida, por cierto, persona muy amable, que le confortaba diciéndole que estaba bien, que no era nada, si acaso algo pasajero sin importancia. Que no se preocupara, que pronto iba a mejorar, al tiempo que le daba unas palmaditas de despedida en la espalda. Pero llegó el momento en que se dio cuenta de que apenas podía levantar cabeza. Y así, cabizbajo, le dio por reflexionar, favorecido por el mejor riego sanguíneo cerebral. Empezó a preguntarse si debería cambiar de médico, pues había oído hablar, no mucho, la verdad, de nuevos remedios para su mal que otros terapeutas mejor formados, y honestos, recetaban.  Sabía que las cosas no iban bien, y que, de seguir como hasta ahora, el futuro no era nada prometedor, pero abandonar, a pesar de todo, al que, mal que bien, siempre estuvo a su cuidado,  lo consideraba más que una deslealtad, una traición. De hecho, a base de rutina, sus propios pies lo conducían a la consulta habitual. Pero un buen día, el 23 de mayo de 2015, día propicio en el calendario electoral para reflexionar, cayó en la cuenta de que lo primero era su salud, y que en el orden de lealtades la debida a uno mismo es la primera a guardar; y que traicionarse a uno mismo es la peor de las traiciones.  Al día siguiente, armado de valor y determinación, salió a la calle en dirección a la urna más próxima decidido a cambiar de aires.

 

                                         José Antonio Quiroga Quiroga

 

miércoles, 8 de abril de 2015

Interrogatorio a San Telmo

El 24 de abril de 2006, festividad de San Telmo, patrono de Tuy, durante la celebración de la misa mayor en la catedral, de boca de presurosos emisarios del partido popular, y precedida de cierto revuelo entre los asistentes, Fernández Rocha recibía la noticia de su absolución en el caso “Beira Miño”. Más tarde el incriminado declararía que “San Telmo ha influido mucho en esto, y si se escogió este día para informarme de la buena nueva, no es casualidad”.
Tal manifestación del alcalde de Tuy fue acogida por los acólitos políticos y devotos del patrono, como un nuevo milagro de San Telmo al salvarlo del naufragio en última instancia judicial. Previamente al fallo absolutorio del Tribunal Supremo por construcción de viviendas en zona protegida del recinto histórico sin el preceptivo permiso de Patrimonio, Fernández Rocha había sido condenado por la Audiencia Provincial. El desenlace final de este proceso le costó en pleitos al Ayuntamiento entorno a 500.000 euros, según declaró el propio absuelto. Además  de multa de 105.000 euros, que ha sido presentada recientemente por vía ejecutiva, y  la obligación, también a cargo del Ayuntamiento, de restituir la legalidad urbanística (demolición del bloque de viviendas, todavía pendiente  de ejecución de sentencia). Al particular, que asumió la demanda vecinal en defensa del interés general, le ha supuesto el pago de más de 72.000 euros de costas judiciales.
Antes de dicho fallo, Rocha había sido acusado de dos delitos más contra la ordenación del territorio por licencias de construcción de viviendas de nueva planta en zona BIC: la denominada “Casino Vello” y condenado por ampliación de vivienda en la C/ Camilo José Cela. Y de prevaricación urbanística por otorgamiento de licencia de ocupación del 100% en suelo que solo permite el 50%, a la empresa Gesprovi Tui SL, propiedad de su hijo, para 43 viviendas y bajos comerciales en la C/ Colón. A mayor abundancia de irregularidades, también ha sido imputado por prevaricación administrativa y medioambiental en el proceso de los pubs clandestinos, cuyo coste económico se desconoce, y de manejar normativa y planos falsos al no corresponderse con los aprobados por Comisión Provincial de Urbanismo, así como de prevaricación y tráfico de influencias por la asociación Arzobispo Lago y la propia Fiscalía en la finca Patazumba, al recalificar dichos terrenos, adquiridos por la promotora Alcaró y  la promotora Tuyví, de la que era administrador su hijo. Incluso de aumento irregular del volumen y la altura de las construcciones y de la densidad de edificación de dicha finca por parte de la Xunta, circunstancias que llevaron al Gobierno autonómico del PP a suspender en dos ocasiones el plan de urbanismo, y al regidor a declarar que estaba estudiando demandar a la Xunta por “persecución y acoso”.
Como empresario, Fernández Rocha se ha visto envuelto en más procesos judiciales que han supuesto paralizaciones de varias actuaciones urbanísticas tales como: la construcción de varios chalets en la C/ Loureiro de Tuy y la urbanización de la mencionada finca Patazumba. Y de denuncia por destrozo de un núcleo rural en Currás-Tomiño, que fue archivada por el Ayuntamiento y la Xunta, pero reabierta  en la Fiscalía por denuncia del pleitista Eulogio Abeleiras, cuyo traslado al Juzgado de Tuy ha supuesto que testigos e imputados hayan tenido que declarar no hace mucho.
Mientras tanto, la decadencia física de Tuy, fraguada durante su mandato, que estableció record de casi 14 años, y apuntaladas por su heredero y yerno, el Inoperante, es hoy triste evidencia. Lamentaba, la arquitecta y profesora de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Madrid, Marián Leboreiro, que debido a la falta de Plan de Protección del Casco Histórico, Tuy había perdido el tren de ayudas de la Unión Europea para rehabilitación y recuperación de cascos históricos. Muchas son pues las urgencias en infraestructuras que asfixian a nuestra ciudad; acumuladas durante casi veinte años de desvío de intereses.


Doy por descontado, venerado San Telmo, al margen de que no soy creyente, que el supuesto milagro de la absolución de Fernández Rocha no es obra tuya, sino apropiación interesada, e indebida, por irrespetuosa, del encausado para rehabilitarse con los electores, devotos incondicionales tuyos. Pero, como patrono y protector de Tuy, me veo en la necesidad de formularte algunas preguntas:
Tú, que tienes  fama universal de guiar a buen puerto a quienes están en peligro de zozobra, si en verdad los proteges , y de manera especial a los que Te han elegido por patrono y  celebran fiestas en tu honor y gloria, respóndenos, ¿quién es responsable del penoso declinar de Tuy, aparte de los alcaldes que hemos sufrido?
Es evidente que no es tuya la responsabilidad de acción municipal, o de la ausencia de ella, pero no estoy tan seguro de que no lo sea por omisión, pues, ¿cómo has consentido que gobiernos tan escasos de conocimientos y, sobre todo, de principios morales, hayan conducido la nave tudense hasta el punto de anegarla de ignominia y oprobio?
En verdad, ¿vas a permanecer indiferente ante la amenaza de que este proceloso personaje apellidado Rocha, cuyo historial de tropelías urbanísticas lo perfila como delincuente, pueda, otra vez, aunque la probabilidad es muy baja, pilotar los destinos del municipio?
¿Crees, sinceramente, querido San Telmo, capaz a Fernández Rocha de enderezar su torcido rumbo y “trabajar Pensando en Tuy única y exclusivamente”, como acaba de declarar, reeditando hipocresía y eslogan de cuando lideraba la burlesca treta de CPT (Coalición Popular Tudense)? ¿No se trata, pues, de mera teatralidad  para hacerse con la nave municipal, cual abordaje pirata, y desde el puente de mando reflotar su economía, hundida en una profunda sima de números rojos?
Solo de pensar que tan borrascoso personaje puede acompañarte, en calidad de alcalde, en las procesiones en tu honor y gloria nos produce fiebres malignas. Las mismas que Te asaltaron y condujeron a la muerte cuando Te disponías a pasar  un puentecillo sobre el río Louro en su discurrir por Tuy. No permitas, patrono de todos los tudenses, que Tu ciudad de adopción  siga encaminándose hacia el ocaso, que es una forma lenta y lastimosa de morir.
Puesto que no acertamos a saber qué tipo de pecado hemos cometido para merecer la  maldición que pesa sobre nuestro municipio, me  veo abocado a formularte una última pregunta, previa disculpa por situarte, aunque sea imaginariamente, en el banquillo de los interrogados:¿Acaso Tu majestuosa indiferencia, distraído desapercibimiento y vista sorda cómplice ante el invariable rumbo político que, contra viento y marea, Tuy mantiene, se deben, por desventura, a que el PP es el partido de Tus desvelos?

Nota: Este escrito prologa y precede la publicación del “Expediente Rocha”, coleccionable por folios, que se editará diariamente en Facebook a partir del 9 de abril hasta el 23 de mayo, día de reflexión.



                               José Antonio Quiroga Quiroga

miércoles, 18 de febrero de 2015

CHEScarrillo


Al Munster Ches de la cocina  municipal tudense se le ha descompuesto la tortilla de gobierno elaborada mayormente con ingredientes de muy baja calidad. Dieciséis años de marmitón edilicio, catorce de ellos bajo la turbia dirección política y empresarial de su suegro, exalcalde y constructor de malaventura,  alumbraron el  deconstructor de la Eurociudad que su proverbial empanada mental vaticinaba. La argamasa de la dependencia económica y el temor a represalias del partido mantiene a duras penas el agrietado grupo de gobierno, que contabiliza cuatro imputados en sus filas, alcalde incluido, que se muestra derrotado en el tramo final de una travesía agónica trufada de incapacidad y desavenencias. A esta precaria situación se suma el desconcierto producido por la anunciada retirada de la política del crack.
La obra  realizada en cuatro años de mandato por el popular deconstructor, que justificó su salario de más de 6.000 euros “por los resultados”,  es de película: un castillo de naipes digitales con fotos de su persona; que se vendrá abajo  con un simple clic de borrado electrónico en cuanto desaparezca de la escena política. Nada de su amplio y ambicioso programa electoral ha sido llevado a cabo salvo el remate del campo de futbol de Caldelas. Los clavos ardiendo a los que se aferra para justificar su paupérrima ejecutoria son: participación en la creación de la sobrevenida Eurociudad; redacción del Plan Especial de Protección del Casco Histórico Artístico (PEPCHA), todavía sin aprobación;  peatonalización de dicho casco, en estado de paralización, y la concesión de licencia para un destrozo urbanístico sustanciado en la construcción de un polémico centro de salud, que será un sonado revés de graves consecuencias políticas y económicas por su chapucera tramitación administrativa viciada de ilegalidad.


El pánico a lo que se avecina: inabordable tarea acumulada tras veinte años de parálisis, que está asfixiando al municipio y la ciudad, huérfana de infraestructuras básicas;  imputaciones judiciales pendientes de resolución y numerosas denuncias en la Fiscalía potencialmente susceptibles de incrementar el número de ellas, y las malas perspectivas electorales por la vergonzante decadencia de la ciudad, herrumbrosa y descosida por todas partes, ha espantado también al curtido  exalcalde,  mentor del crack deconstructor, de la presidencia del comité local. El fin de la funesta dinastía familiar dejan el partido y el comité local descabezados, y sin un líder a la vista. La desorientación y el desánimo reinan en el seno de la familia pepera. Este vacío de liderazgo ha sido ocupado por el conjunto de los pedáneos, que se han erigido en protagonistas y espontáneos gestores, proponiendo como candidato a la alcaldía, “por su veteranía como concejal y conocimiento de las parroquias”,  a un ex camionero de una empresa de áridos,  tránsfuga precoz, e imputado por tráfico de influencias y falsedad en documento mercantil. A día de la fecha, el partido del abatido regidor, con más de 600 militantes en el municipio,  aún no ha encontrado candidato/a, a pesar de que el perfil exigido es tradicionalmente bajo. Mientras tanto, en las capillas políticas de la derecha local  la preocupación se combate con ejercicios de fe,   entonando a modo de mantra el conjuro: el PP es nuestro pastor, nada nos  puede faltar.
Así es, nunca falta un roto para un descosido, ni hay mal que por bien no venga. Se rumorea sí, sí, que míster Yes,  preocupado por la alarmante contaminación del agua de la traída municipal, debido a la  deficiente gestión del Consorcio de Aguas del Louro, concesionaria del servicio, deja política y sustancioso salario para desempeñar un cargo  importante en este organismo. Allí asumirá personalmente la responsabilidad de velar por la potabilidad del agua para que nunca, nunca más, ya sucedió en dos ocasiones, el agua suministrada contenga sustancias cancerígenas como los conocidos trialometanos.
El PP es mi pastor, nada me puede faltar. Efectivamente, parece que a míster Yes empleo no le faltará.


                              José Antonio Quiroga Quiroga