miércoles, 26 de noviembre de 2014

No mandes rosas a Sandra


Acabo de experimentar la profunda satisfacción de haber erradicado del Ayuntamiento de Tomiño la irregular práctica abusiva cometida con los vecinos de este municipio solicitantes de licencia de obra distinta de la de nueva edificación o sustitución de la existente. Es decir, cualquier obra mayor. Y en Tomiño, en particular, lo es toda obra cuyo presupuesto sea superior a 3.000 euros. Han sido dos batallas contra el aparato opresivo de políticos y técnicos municipales. Ganadas gracias al imprescindible e inestimable apoyo de mi cliente y familia, que han tenido la infrecuente valentía de confiar en mí y de firmar, en segunda tentativa, denuncia de los hechos ante la Fiscalía.

Tras haber solicitado el promotor licencia para reforma de cubierta de casa de vivienda unifamiliar, le fue requerida la firma del compromiso de cesión y urbanización de terrenos, con la advertencia de que si no lo aportase  se considerará la solicitud por desistida. Dicho documento se entregó, de buena fe, en el Registro del Ayuntamiento, a pesar de que algunas de las cláusulas eran inasumibles, además de absurdas, como la de no poder utilizar la vivienda mientras no se acabasen las obras, luego perdonada como favor político, y a derribar y reconstruir un muro de mampostería de 76 m de longitud, dos de alto y 0,50 m de espesor, por importe de 15.000 euros, colindante con uno de los viales que flanquean la parcela, antes de iniciar la reforma. Incluso le estaban empujando a cometer dos infracciones: la de ejecutar las obras del muro sin la preceptiva licencia municipal y la autorización de Patrimonio, pues los muros de mampostería son patrimonio etnográfico y gozan de protección. Transcurridos dos meses sin noticias del Ayuntamiento, el solicitante se interesó por el expediente en el departamento correspondiente. Allí le aguardaban el concejal de urbanismo y la técnico jurídica para decirle que  la licencia estaba condicionada al abono de 3.800 euros en concepto de fianza por obras de urbanización, y que volviese la semana próxima que ya le tendrían preparados los papeles para que los firmase y entregase en el registro. Es oportuno señalar, he aquí la encerrona, que no hay obligación, ni se da el caso en ayuntamiento alguno, de tener que firmar la aceptación del importe de las tasas, como tampoco de presentarla en el registro. Personado a tal efecto en la Casa Consistorial, le fueron entregados dichos papeles, y se encaminó  al registro, pero, al recordar mi advertencia de que no firmase nada sin comunicármelo, rehusó entregarlos, actitud que desencadenó gran enfado (¿?) por parte de la jurídica.

El cliente, abrumado por tanta carga, me comunica que  habían resuelto no llevar a cabo la obra al no haber  prosperado la mediación  de expolíticos y particulares con la autoridad municipal para salvar los obstáculos planteados. Sugerí, entonces, que se pidiese certificación de todos los documentos del expediente para luego presentar una batería de alegaciones. Dichas alegaciones fueron estimadas, pero la resolución que anula el abono de la fianza se transmite, una vez más, como favor. Y a continuación se concede la licencia de obra. Si la resolución de exención de abono no se ajustase a la legalidad, no se podría expedir ya que se incurriría en flagrante tráfico de influencias.

Bien, pero el compromiso de urbanización (cesión de terrenos y demás gravosos apartados), seguía en pie y constituía una amenaza en el tiempo cual espada de Damocles. Al efecto de que el mismo fuese anulado me entrevisté en tres ocasiones  con la alcaldesa Sandra González, a quién advertí de la improcedencia legal de dicho compromiso, de manipulación del texto de la ley de aplicación y de acudir a la Fiscalía en caso de negativa. En otras tres con la secretaria de carrera, en cuatro con la jurídica y una vez con la arquitecta, persona insolente y con reputación de tratar mal al público. De nada sirvieron las entrevistas y advertencias. Finalmente, se presenta denuncia ante el Fiscal jefe de Pontevedra. Hubo que acudir en dos ocasiones porque, “según nuevas instrucciones” es necesaria la presencia de los denunciantes.

Un viernes entregué en el Registro del Ayuntamiento de Tomiño copia de la denuncia ante la fiscalía. De inmediato se le informa a la alcaldesa, y acto seguido se reúne la plana mayor municipal: alcaldesa, concejal de urbanismo, secretaria, jurídica y arquitecta, durante tres horas. El martes siguiente se dicta resolución, un apaño burdo de ingeniería jurídica, firmada por el concejal Uxío Benítez, dejando sin efecto el documento de compromiso de urbanización.

¿Qué consideración merecen políticos y técnicos municipales que, insensibles a los quebrantos económicos que causan,  tienden trampas a la confiada ciudadanía apoyándose en normativa de aparente legalidad, sirviéndose de artículos relativos a procedimientos pero sin justificar su procedencia, y manipulan el texto del artículo aplicable de la ley  de protección del medio rural de Galicia, recogido literalmente en la  ordenanza urbanística nº 8 del PXOM,  ampliando de este modo el campo recaudatorio con el fin de alardear luego de eficaces gestores ejecutando obras con dinero extraído irregularmente de sus convecinos?  

Liberados ya de las garras municipales,  solo resta esperar el resultado de las diligencias que emprenda la Fiscalía.

 

                                  José Antonio Quiroga Quiroga

jueves, 13 de noviembre de 2014

Ruedo ibérico


 En la arena de la corrupción política del ruedo ibérico,  todos los días se lidia una res de casta de las principales ganaderías. La feria nacional, hoy día en su apogeo, se ha convertido en espectáculo de masas. La fiesta está garantizada por cuanto participa  la popular cuadrilla de diestros, maestros todos en las artes del engaño, encabezada, como primer espada, por Mariano Rajoy, “el Rajao”; picador, Cristobal Montoro, “el Monteras”; banderillero, Luis de Guindos, “el Pavo” y los monosabios, Carlos Floriano Corrales, “el Florete de Cácere” y Dolores de Cospedal, “la Mancha Anga”, o, en diferido, “la Manga Ancha”.  El atractivo de esta colosal feria radica en el singular peligro que entraña para los figurantes enfrentarse a ganado de la propia divisa, conocedora de sus tretas y andares, además de a la exigencia del público que reclama del matador que se arrime al bulto, con el morboso deseo de que sea empitonado. Pero, ¡oh decepción! el Rajao, ajeno a los silbidos y a la bronca del respetable  rehúye cobardemente una y otra vez, y corre a protegerse tras el burladero, donde, haciendo el Tancredo a cubierto, fumará los puros necesarios hasta que el morlaco se retire a la sombra de donde ha  salido.

                              José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 1 de noviembre de 2014

Orden, que no justicia


En el caso de dos fuerzas encontradas de igual naturaleza, la grande siempre desplaza a la pequeña. El resultado del encontronazo no admite calificación en términos de justo o injusto. Se trata, simplemente, del cumplimiento de una ley física que rige el comportamiento de ambas fuerzas.

  El universo, cosmos o mundo, según quiera llamársele, está gobernado por cuatro fuerzas: gravitatoria, electromagnética, y las dos de interacción fuerte y débil en la escala atómica de partículas. Estas cuatro fuerzas y sus respectivas leyes rectoras establecen el orden universal que conocemos. Orden inmutable que impera en los distintos campos y manifestaciones  de la materia: inerte o inorgánica, y viva u orgánica. Tanto la materia como lo que brota y existe gracias a ella, por ejemplo, la vida instintiva, o menos inteligente, y la propiamente denominada inteligente del ser humano, es decir, todo lo que forma parte del cosmos no puede contravenir sus leyes.

¿Y el espíritu, considerado parte inmaterial del ser humano, también está sometido a dichas leyes? Antes de contestar, es necesario aclarar qué es o qué se entiende por espíritu. Existen varias concepciones, las más básicas lo definen como: lo que infunde vida al cuerpo; el componente emocional e intelectivo, o modo de ser de la persona. La tesis moderna considera que todos los seres participan del espíritu que está en el cosmos desde el momento de su nacimiento, que consiste en la capacidad de inter-relación que todas las cosas guardan entre sí. La diferencia entre el espíritu de una cosa, por ejemplo, un bosque o colina, y el del der humano no es de principio sino de grado. En el caso del espíritu del ser humano el grado diferenciador se identifica por constituir la expresión más alta de la vida en cuanto que es reflexivo y auto consciente. Incluso resulta aventurado negar que otros seres vivos no posean tales rasgos, si bien parece claro que de nivel inferior.

La respuesta es que, efectivamente, el espíritu sigue al pie de la letra dichas leyes físicas porque radica y emana de la masa cerebral, que está constituido por células que a su vez lo están por átomos. Toda generación de ideas o pensamientos requiere de un proceso físico de activación de corrientes eléctricas que interrelacionan los datos almacenados en la memoria genética heredada y la adquirida. Para la construcción de ideas o imágenes se necesita, pues, de soporte y herramientas físicas, los átomos, y tanto unas como otras, por su constitución intrínsecamente material, son susceptibles de ser plasmadas gráficamente.

Reparemos, pues, si las ideas, como manifestación del espíritu, están sometidas o no a las leyes del universo. En el plano teórico (ámbito puramente inmaterial) una idea, cierta o falsa, se impone a otra contraria bien por la fuerza de la demostración científica y/o matemática, o porque es admitida y defendida por  mayoría de intelectuales o por una minoría pero de reconocida mayor autoridad. En el campo práctico, en el mundo civilizado de la  convivencia social, vemos que, tomando como ejemplo  la doctrina democrática, el orden, que no la justicia, se establece por imposición de la fuerza mayor: el 51% obliga al 49% restante a aceptar lo que la mayoría da por conveniente. Inevitablemente, todos nuestros actos se ciñen al orden cósmico bajo el cual discurre también la vida.

Como el concepto de orden no necesita explicación, detengámonos en el de justicia. Se puede definir la justicia como: conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones o, lo que debe hacerse de acuerdo a lo razonable, lo equitativo o lo indicado por el derecho. Aparte de que la justicia depende de los valores y creencias individuales y de cada sociedad en conjunto, en cualquier caso y circunstancia, la justicia la establece siempre el poder, la indiscutible fuerza institucional, con arreglo a su particular punto de vista e intereses, y se administra de acuerdo a un conjunto de reglas aprobadas que llamamos derecho. La propia administración de la justicia está sometida a innumerables fuerzas y presiones externas: inteligencia o astucia de  los abogados, posibilidad de demostración de hechos, criterio y honestidad de los jueces, etc. etc, etc.,  que acaban concluyendo en un resultado que se aleja de la idea convencional de justicia. Creo que con esta simple argumentación es suficiente para afirmar que lo que se deriva de la administración de la justicia no se puede encuadrar en el concepto puro y abstracto de justicia, sino de mero orden; un tipo de orden particular, cualquiera, el que dictaminan los poderes intervinientes en cada caso. El mundo funciona, mal que bien, de muchas maneras, bajo el orden derivado de verdades o mentiras, sostenidas por quienes tienen la facultad de imponerlas. Entre ellas, las religiones y regímenes políticos.

A propósito de la relación justicia-poder, y de cómo son tratados los casos de corrupción en España, procede recordar las recientes palabras del presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes:” La ley procesal está hecha para el robagallinas y no para el defraudador”
Hablando de gallinas, el ser humano se las come. Porque puede. Pero, ¿Es justo?

 

 

                             José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 20 de septiembre de 2014

¿TRP?

 



Estos coloristas signos de interrogación, logo de la página web, en Facebook, TRP. Tui Ruegos Preguntas (al Concello de Tui), encierran incógnitas internas no reveladas en la declaración de principios y fines: “Herramienta no asociada a ningún partido político… Abierta a todo el que tenga algo que aportar”, que, por razones de interés general, considero oportuno tratar de desvelar en calidad de ex usuario, voluntario pero forzado.

Vaya por delante, que no es, ni remotamente, mi intención el cargar contra la página en cuanto instrumento, que, en principio, parece perseguir la mejora del municipio a través de la denuncia y crítica a la labor municipal impropia. De lo contrario, incurriría, irracionalmente, en  contradicción con mi larga trayectoria de combatiente de la política municipal ruin. Toda colaboración en este sentido, venga de quien venga, es siempre bienvenida y necesaria.

Resulta que, la considerada “herramienta TRP”, como la supercomputadora HAL, de la película: “2001, Una odisea en el espacio”, tiene alma y corazoncito. Y, por tanto, ideología política y consecuente afinidad partidaria. Lo único malo de ello es que se le nota. Padece, asimismo, de lagunas democráticas y otras miserias propias de humanos. Incluso sabe mentir, aunque torpemente. Programada para formular y trasladar preguntas, su sistema operativo se descompone si se invierte el sentido de la corriente de  interpelaciones, de tal modo, que el texto es borrado de inmediato sin explicación o justificación alguna. Sin embargo, a diferencia de HAL, cuya psiquis es estrictamente cibernética, la de la “herramienta TRP” corresponde a la persona que  la administra:  según tengo noticia, un tal Rabadilla, foráneo, cuya principal ocupación es la venta de vinos, lo cual no es impedimento para tener mala uva. Algunas de sus reacciones parecen salidas precisamente de la parte baja colindante con el hueso extremidad del espinazo.

Confieso mi conflictiva relación, actualmente inexistente, con TRP desde el mismo momento en que me asomé a esa página. El primer desajuste se produjo por sugerirle a la “herramienta” que, como mero soporte de inquietudes, no era correcto ni elegante, ni tampoco es su cometido, que pusiese un “Me gusta” a los comentarios de una de las partes inmersas en debate. Más tarde, fui vilipendiado profesionalmente por el perdedor en determinada sentencia judicial, por haber intervenido en el proceso como perito de la parte contraria. Mi reacción de defensa, estrictamente argumentativa, sirvió para que TRP me amonestase, pero no al “amiguete” agresor, que tanto juego barato le daba a la página. Entonces anuncié que la abandonaba. Al instante me bloquearon  la opción, “Comentar”, de Facebook. Acción que ha negado el ejecutor de la misma, afirmando que se debía a mi exclusiva acción. Es de todos sabido que nadie que no sea el administrador de TRP   puede manejar los resortes restrictivos de la misma. A mí  solo me cabe la acción de cortar de tajo la relación de amistad.  Esta especie de excomunión no fue obstáculo ético para que después TRP solicitase  permiso para compartir alguno de mis escritos publicados en este blog, al que respondí con un “por supuesto”.  Tiempo después, alentado por algunos amigos, regresé a TRP tras solicitar el acceso libre a la página. Muy pronto, y de nuevo, borran mi respuesta a un ataque sufrido por cometer el pecado de haber iniciado tarde (“a buenas horas mangas verdes”),  según dos, ¿temerosos, celosos? partidos de la oposición, la recogida de firmas  en contra de la ubicación del nuevo Centro de Salud. Entre tanto, fueron borradas también las refutaciones certeras e incontestables de una amiga a las falsedades del “amiguete” citado, que se arrogaba la victoria en el juicio del caso “Puriñas”  amparándose en la complejidad técnica del fallo judicial, que imprudentemente exhibía. Requerida TRP por la desaparición de dichos comentarios, responde la desalmada (sin alma) “herramienta”, que no han sido borrados, que nada en el ciberespacio se elimina, que siguen en la página bajo un código cifrado. ¡Fantástico!

El detonante del segundo y definitivo abandono de TRP, se debe a mi osadía de preguntarle a la evolucionada “herramienta” sobre las razones que le movieron para  borrar un comentario irónico mío a otra simpleza más de Rajoy sobre la pretensión soberanista de Cataluña: “Si dos trenes chocan, es porque uno va por la vía equivocada”. La respuesta fue: “le invitamos a que abandone esta página, como lo ha hecho la otra vez, pues vemos que aquí no se encuentra a gusto”. Adivinaron, no sé cómo, mi sentir. Lo dicho, TRP no soporta que le hagan preguntas.

La vocación intervencionista del “jefesito” ya quedó en evidencia con ocasión de una ironía mía, obvia, absolutamente irrelevante, en la que decía que no recordaba el nombre del actual alcalde de Tuy.  La autoridad competente se apresuró, hipócritamente, a leerme la cartilla: “El alcalde de Tui se llama, Don…etc. Le molestó que le contestase que el tratamiento no forma parte del nombre.   

Considero que el notable esfuerzo, recompensado o no, que supone llevar una página de las características de TRP responde más al deseo, que comparto, de desalojar de la Casa Consistorial al flojísimo equipo de gobierno actual y a las  hegemónicas siglas que lo cobijan, de  nefastos resultados  para Tuy, y reemplazarlo por el partido de sus entretelas (aspecto este que me trae sin cuidado), que al improbable amor por Tuy de todo recién llegado a este municipio.

 

 
        José Antonio Quiroga Quiroga

 

NOTA: “Jefesito”, por primera y única vez, y por el solo hecho de utilizar  el menú completo de TRP, un Ruego: deje de acosarme por chat para que rompa el mutilado enlace que todavía me conecta  con su página. Como también de acusarme de piratear fotos. Y no se acoja a los "rattios"de bloqueo realizados por TRP para justificar el llevado a cabo conmigo. A propósito, la palabra "rattios" no existe en ningún idioma. Se escribe, ratios, con una sola "t". Saludos.

sábado, 13 de septiembre de 2014

La Herencia y los Herederos



¡Tudenses, veinticinco años de ignominia municipal nos contemplan! Veinticinco años de villanía, de deshonra, degradación y decadencia, propiciados por el pastoreo de caciques de barrio, de los enlutados con alzacuellos y el manto protector de un partido de arrogante supremacía. Tanta, que la legión de incondicionales  pregonaba sin pudor que “en Tuy la alcaldía está garantizada  aunque el candidato  sea un pobre infradotado”. Frase que hoy retumba en el fondo de la memoria colectiva como un remordimiento de conciencia. Esta insultante jactancia respondía al antidemocrático criterio de la incomparable rentabilidad de contar con un gobierno amigo en la Xunta frente a la irrelevante incidencia de la cualidad del candidato. Por desgracia, de difícil reparación, ha quedado sobradamente demostrado que las siglas partidarias no gobiernan, ni han significado ningún privilegio para Tuy. Ni siquiera el haber contado durante doce años con un conselleiro de la localidad.

Hoy, el pozo negro de la Casa Consistorial ha rebosado otra vez, y la Marca Tuy vuelve a estar por los suelos. El grupo de gobierno está roto en dos bandos, y un campo sembrado de traiciones y denuncias internas los separa; el alcalde actual y el anterior están imputados por irregularidades urbanísticas; dos concejales del gobierno imputados por falsedad mercantil; otro concejal del mismo grupo ha falsificado la firma de la secretaria del ayuntamiento para conseguir licencia de obra para un familiar del grupo; El departamento de urbanismo prácticamente bloqueado porque los técnicos (dos de ellos) están enfrentados técnicamente a muerte ; y una funcionaria de carrera ha denunciado ante la justicia a la secretaria del ayuntamiento. Y el alcalde, desarbolado de autoridad alguna, se dedica a consolar a los vecinos con su hilillo de voz.

La actual esperpéntica tragicomedia municipal es la traca ¿final? de una pérfida y desventurada gestación que  arranca de veinticinco años atrás con las maniobras del líder de Unión Tudense, hoy caído en desgracia por su impropio peso específico,  que supusieron  el primer acto de deserción/transfuguismo de la democracia en Tuy. Unión Tudense, el partido gobernante,  perdió en esa ruin acción la mitad de sus miembros. Escisión mortal que significó su entierro para siempre. Y el sillón de la alcaldía  para el desertor que había sido seducido con la promesa  de encabezar la candidatura por el partido que en aquellos momentos perfilaba su posterior hegemonía. Sin embargo, a mitad de su segundo mandato, y a pesar de su holgada mayoría,  sufre una estrambótica moción de censura interna, maquinada por el ilustre jurista (Manuel Fraga dixit), al que pretendían dedicarle una calle, el mismo que le había persuadido a abandonar Unión Tudense, en favor del segundo de abordo, que tiempo atrás había sido alcalde pedáneo de la parroquia de Guillarei. Moción que acabó en triunfo gracias al inestimable apoyo de dos impagables “apagafuegos” de la oposición (según propia confesión), que acabó sentando en la poltrona municipal, durante el tiempo record de casi catorce años, al albañil que colocó los ladrillos de la descomposición moral en la que está  sumido hoy el ayuntamiento.

Al otrora albañil/constructor en suspensión de pagos y luego promotor inmobiliario de envergadura, deteriorado por un rosario de escándalos urbanísticos y sonoros procesos judiciales, altamente gravosos para las arcas municipales, que atravesaron toda Galicia y llegaron hasta el Tribunal Superior, le sucede, por fuero de sangre azul, su yerno. Una suerte de monaguillo curtido en el repicar de campanillas, reconvertido en hombre anuncio, por sus  cualidades fotogénicas, de toda actividad municipal que se preste.






Adivinen, por la sonrisa bobalicona de placer, qué delicado asunto tiene entre manos el alcalde






Su mejor cualidad: la labor de confortación social, aunque precise del desplazamiento puntual de la prensa al lugar



Obsérvese esa mano protectora vocacional, posada en el hombro de una antigua alumna de la vieja escuela de Randuje,  necesitada de consuelo, al parecer del alcalde. ¡Pobre!



Este “alcalderilla” seismileurista,  sin perfil definido ni autoridad, que no ha cumplido ninguno de los puntos sustanciales de su programa electoral, superado en todos los campos de gobierno: administrativo y ejecutivo, acosado por las numerosas necesidades que se han ido acumulando: ausencia de  las infraestructuras y de los servicios más esenciales, firmes levantados por doquier y la ciudad cayéndose a pedazos, se encuentra en situación agónica. El Ayuntamiento hace agua por todas partes, sí, sí, yes, yes, Ches, Ches. ¡Chasco de alcalde!. Pero nada ya parece importarle. Sabe que el partido no lo va a proponer como candidato. Sin embargo, ¡Bingo! un Consorcio de Aguas Sucias de la comarca le tiene reservado un empleo de chupatintas.  Quizá, por la anunciada vacante en la corona, o quién sabe por qué razones,  el exalcalde,  suegro del actual, amenaza con volver si la justicia no lo impide.
Sin duda, esta ciudad está encantada. Encantada por su historia. Encantada de conocerse. Encantada de mirarse al ombligo. Encantada con el estado de cosas. Encantada con su conservadurismo paralizante. Encantada  con sus políticos. Sumida en un sueño de grandeza y letargo de siglos.  
Urge el beso de verdadero amor de un príncipe o princesa que la despierte y rescate de su lastimosa postración.



                              José Antonio Quiroga Quiroga
 




                                      


                                          


domingo, 24 de agosto de 2014

¡¡¡BIENVENIDO a Tuy!!!







         Regreso a Tuy con la mirada limpia tras visitar los primorosos cascos históricos de Puebla de Sanabria, Ponte de Lima y el refrescante conjunto urbano de Vilanova de Cerveira. Vuelvo de otro mundo, en términos de aseo urbanístico, cautivado de “vilas” portuguesas, y embargado de pulcritud con la sensibilidad afinada como recién salido  de un cursillo de estética. Emboco el viejo puente internacional, avanzo por la Avenida de Portugal y, al comienzo de la calle Martínez Padín, punto desde el que se divisa la fachada perimetral del recinto histórico, coronada por el lateral fortificado de la catedral, el impacto no puede ser más catastrófico. Traumático para un tudense. Un inaudito catálogo de horrores en cadena, de fechorías urbanísticas, se despliega ante la vista del viajero en el recorrido de penetración a esta antigua capital del reino de Galicia. Tal recibimiento de andrajos  ahuyenta al más optimista de los visitantes.

Al final de esta calle de entrada se ofrecen tres direcciones posibles: calles, Colón, Orense y Augusto Glez. Besada, todas ellas desalentadoras por la imagen de decadencia, anarquía volumétrica y ostensible descuido. El tránsito por las principales calles de travesía de la ciudad no invita a detenerse sino a alejarse y no mirar atrás. La penosa impresión que causa relega al olvido todo posible  recuerdo  en la memoria del forastero que la cruza. Y el que se detiene a curiosear o viene ex profeso, pronto se desanima y da por concluido el callejeo. Vergonzantemente lastimoso es el estado de la travesía de Santo Domingo, o callejón del Seminario, que une el principal Paseo de la Corredera con la iglesia románica, monumento nacional, que da nombre al vial. Este pasaje, flanqueado por exuberante maleza, firme irregular de abrasivo asfalto, y pobremente iluminado, desmerece ante un mal camino rural. La única entrada a Tuy atractiva, singularmente bella, es por el río, pero la ciudad no dispone ya, como en tiempos pretéritos, de puerto comercial.

Sin embargo, a la percepción general de la ciudadanía estas cosas pasan desapercibidas. A un amigo personal, como a tantas otras personas, le inflaman la vena chauvinista las bulliciosas  multitudes congregadas con ocasión de eventos lúdico-deportivos o acontecimientos festivos como, por ejemplo, la actuación de la orquesta Panorama o el Festimiño. Tanto, que en estas ocasiones no puede reprimir  proclamar con orgullo en Facebook, ¡me gusta mi ciudad! Recordando un popular eslogan asturiano, podríamos decir: Tuy qué guapo Ches (yes), (sí, sí, mister yes, munster chef). Bonito o feo, Eurociudad o no, todos queremos, amamos el pueblo, villa o ciudad  a la que pertenecemos. Pero no es tanto el amor ni tan sentido si no se tienen ojos para ver, o, teniéndolos, no duele el mal que se le está haciendo a tu ciudad. Bien está que se defienda y ensalce, pero no hasta el extremo de caer en perniciosos fanatismos narcisistas que impiden percatarse del rumbo de irremediable desastre que está tomando Tuy, que está acabando con su esencia y belleza.

Si a la carencia de infraestructuras, entre las urgentes la de aparcamiento, se suma la decrépita anrquía y la fealdad, poco o nada podemos esperar en cuanto a desarrollo y bienestar. Y ante este estado de cosas y la sombría perspectiva turística y comercial, la asociación de comerciantes (ACITUI), enajenadamente satisfecha y feliz con el dudoso pero indiscutiblemente improductivo éxito del baile-fitness zumba, zumba, patazumba.

            De la perniciosa e inaceptable  política urbanística municipal hablan con elocuencia las reveladoras imágenes de la parte contemporánea de la ciudad que acompañan este desgarrado escrito de denuncia. Dejo de lado, por conocido, el abandonado casco histórico. Sorprende que, ante tan calamitosa escena urbana, Tuy carezca de ordenanza municipal adecentamiento y ornato público de edificios que vele por el decoro de la ciudad.


Irrepetible postal de la fachada Oeste de Tuy
 antes del atentado "Beira Miño"





Ruinas de casa, y del Teatro Principal (al fondo)






Publicidad al pie del casco histórico y en el Camino de Santiago








Bloques de viviendas "Beira Miño" y casa antigua en medio


Ruina potencialmente peligrosa




Muestrario de revestimientos de fachadas medianeras

Medianera mosaico(ladrillo y roca) de galpones 


Galpones de ladrillo sin revocar en el recinto histórico


Muros de hormigón tras el derribo del Baluarte del Olmo


Medianera sin revocar. ¿Será por dinero?


Obra de un exalcalde promotor inmobiliario













Contraste antiestético


Vial que flanquea el edificio del Área Panorámica


Vial de suburbio en el centro de la ciudad


Sin comentario












La mala cara del Centro de Salud











Medianera sin revocar




Medianera por desequilibrio de alturas




Hermosa fachada en estado lamentable


Trasera a la C/ Rosa Bahamonde de la fachada anterior y edificio contiguo










Huecos tapiados en el Paseo de la Corredera


Medianera parcheada con tela asfáltica de aluminio y betún















Medianeras con asfalto (baja) y tela asfáltica de aluminio(alta)

















Bella fachada en estado de total abandono



Ramo de zarzas de bienvenida a la iglesia de Sto. Domingo





Travesía de Santo Domingo flanqueada de exuberantes zarzas colgantes




Al fondo de la verde vereda, la iglesia de Sto. Domingo

Está sobradamente demostrado que el votar gobiernos declaradamente incompetentes, compuestos en buena parte de iletrados, no importa el partido que representen, equivale a traicionar a Tuy, a defraudarse a uno mismo.

A la vista de la hiriente decrepitud y de la general obstinación partidaria políticamente, cabe preguntarse, ¿cómo hemos caído tan bajo? y, ¿a quién tenemos que encomendarnos, además de a San Telmo?

                       José Antonio Quiroga Quiroga




NOTA: ¡Visite nuestro bar!



















lunes, 18 de agosto de 2014

Ponte de Lima envidiable


Hacía mucho que no visitaba Ponte de Lima. De esta villa de 2.800 habitantes, considerada la más antigua de Portugal, a 36 km de Tuy, tenía buen recuerdo aunque bastante desdibujado. El reencuentro ha sido sorprendente e impactante: una maravilla que surgió ante mí vista como un feliz descubrimiento. Al  ver la acogedora traza urbana, el perfecto estado de conservación  e impoluta pulcritud del conjunto edificatorio, la calidad del pavimento de las calles y el esmerado cuidado del entorno natural,  tienes que rendirte ante la evidencia de que  estás ante una sensibilidad y respeto superiores. Asombra que esta pequeña villa disponga de tan amplia dotación cultural y de recreo: Museo “Dos Terceiros” (arte sacro); Museo del Juguete; Casa-Museo del Rural; Albergue de Peregrinos (inusualmente hermoso); Jardín Temático; piscina cubierta y al aire libre; eco pista, bordeando el río, Oficina de Turismo interactiva, Festival Internacional de Jardines: el correspondiente a 2015 versará sobre: “Agua en el jardín”, etc. Ante esta escena, a todo tudense, habitante de ciudad milenaria, le tienen que asaltar inevitablemente algunas preguntas y disipársele al instante ciertas ínfulas, como aquella infundada pretensión, de 1999, de la que todavía quedan rescoldos, de solicitar para el casco histórico la declaración de  Patrimonio de la Humanidad, dado el estado de abandono, los atentados sufridos y las manos en las que se encontraba el decrépito conjunto. Aspiración ilusoria, ciertamente, pero que me llevó a suponer, equivocadamente, que, al menos, supondría un toque de atención que despertaría conciencias y contribuiría a una mayor sensibilización de la ciudadanía y, sobre todo, de los políticos.  
 De la bella estampa de Ponte de Lima solo considero criticable la distorsión paisajística que causa el área de aparcamiento en la ribera del río y al pie de la fachada representativa de la villa. Probablemente,  se trata de una medida provisional ante la dificultad presupuestaria para acometer  mejor solución. Este mismo error,  espero que también sea circunstancial,  de equivalente impacto ambiental, se va a cometer en Tuy al habilitar 60 plazas de aparcamiento para residentes del casco histórico en el, de por sí, pequeño paseo fluvial.
Sin duda, esplendor urbanístico  de Ponte de Lima se debe, fundamentalmente, a que este ayuntamiento, como muchos otros de Portugal, y de España, ha sabido aprovechar  los fondos europeos para poner en valor su patrimonio arquitectónico, en el que  difícilmente  se ve  un desconchado o mancha de humedad en las blancas fachadas del conjunto edificatorio, además del entorno natural, y, de paso,  potenciar el atractivo turístico.  El conjunto urbano de Ponte de Lima es ejemplo de rehabilitación y gestión urbanística, reconocido por la Unión Europea con el Premio Especial de Rehabilitación de la Herencia Arquitectónica.  El ayuntamiento de Tuy  no ha seguido  el ejemplo de sus vecinos portugueses  a pesar de poseer el segundo mayor casco histórico de Galicia.   Huelga comentar que el desinterés, si no el desprecio (pocos residentes, pocos votos), de los últimos regidores tudenses por el casco histórico, evidenciado en la ausencia de un Plan de Protección, ha significado, por esta causa concreta, la imposibilidad formal de acceder a los importantes recursos comunitarios destinados a la rehabilitación de dichos cascos. Hoy ya no existen  tales partidas económicas, al menos en las cuantías de entonces, y  es presumible que pasará  mucho tiempo, el que tarde la Unión Europea en recuperarse, para que se presente nueva oportunidad. A  los últimos gobiernos municipales les corresponde el nada dudoso demérito de haber  protagonizado  un período de pérdidas para Tuy, entre ellas, el  no haber salvado su casco histórico de la ruina y, consecuentemente,  de frustrar  una apreciable fuente de empleo. Son los resultados de la incultura gobernante.
Podría hacer una comparativa fotográfica del estado  a día de hoy de los cascos históricos de Ponte de Lima y de Tuy, pero por pudor, para no contaminar la belleza de las imágenes, muchas, ciertamente, pero necesarias todas ellas, aunque no suficientes, que a continuación se muestran. Dejo para el próximo escrito una secuencia de vergüenzas, de descarnados urbanos a modo de picotazos, que degradan la imagen de la entrañable y querida ciudad de doña Urraca.




Panorámica de Ponte de lima desde el puente romano y medieval


Distorsión paisajística a causa del aparcamiento
















































Piscina municipal cubierta


Hermoso albergue de peregrinos









   ECO PISTA:



                                                         Eco pista bordeando el río




                                  JARDÍN TEMÁTICO DO ARNADO:

                                 Imágenes del amplio jardín temático




                                                                              
Jardín romano


Jardín doméstico tradicional

Canalización tradicional de piedra y parra de viña

Alberca y casa museo del rural



Pradera de cuidado césped





Pabellón invernadero
Parque infantil


Aparatos para ejercicio físico









Estoy absolutamente convencido de que la recuperación de la vida en el casco histórico de Tuy pasa necesariamente por el acondicionamiento recreativo  de una amplia franja de ribera del río y de la rehabilitación del Teatro Principal como focos fundamentales de atracción.


                                   José Antonio Quiroga Quiroga